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El Partido de la Izquierda Europea reclama medidas urgentes para una salida social de la crisis

La reunión de Jefes de Estado y de Gobierno de la Unión Europea ha vuelto a poner de manifiesto la caducidad de un modelo de integración europea que no da respuesta clara y rápida a las necesidades que hoy tienen millones de personas que sufren de forma directa las consecuencias de la crisis provocada por la propagación del virus COVID19.

Frente a esta inoperancia de la UE, desde el Partido de la Izquierda Europea planteamos la necesidad de proteger a la población, tanto en el plano económico como el social, y de una forma especial a los miles de trabajadoras y trabajadores que están perdiendo sus trabajos y sus ingresos. Para ello, reclamamos como medida inmediata más inversión en los servicios públicos con una política fiscal justa muy necesaria para construir sistemas de bienestar que sean capaces de hacer frente a una crisis como esta.

Además, consideramos que el BCE debe financiar un plan de inversión europeo capaz de poner en marcha el empleo y garantizar un cambio de modelo medioambiental y social de la producción y la economía. Al mismo tiempo, debe ser anulado el Mecanismo Europeo de Estabilidad (MEDE), que representa una forma innecesaria y perjudicial de intervenir en los presupuestos públicos de los diferentes países europeos.

Desde estas medidas inmediatas planteamos la aprobación de un verdadero Plan de Reconstrucción para Europa se plantee una diversificación de las relaciones internacionales de la UE y un desarrollo de modelos de Estados Socialmente Avanzados que contemple las siguientes medidas:

  • Aprobación de un plan de rescate económico para los trabajadores y sus familias. En caso de pérdida de ingresos, se necesita una compensación financiera. Los que no pueden, no deben pagar alquileres o hipotecas. Nos oponemos a cualquier intento de empeorar las condiciones de trabajo, como la suspensión de los convenios colectivos y la reducción de los derechos de los trabajadores.
  • Presentación de acciones de emergencia no sólo para las empresas, sino en particular para las pequeñas y medianas empresas y los trabajadores autónomos y el pueblo. Esto no es sólo una tarea para Europa, sino para todo el mundo. Los países del Sur global necesitan apoyo financiero para proteger a su población y mejorar sus sistemas de atención de la salud.
  • Medidas que destinen recursos extraordinarios para los sistemas públicos de salud y que permitan aumentar la capacidad de producción de material necesario para la protección de la salud.
  • Situar tanto al BCE, como a los Bancos Nacionales, al servicio de cubrir las necesidades inmediatas del pago de la protección que permita aumentar el gasto en servicios sociales, sanidad, etc. El dinero del BCE debe ser para ayudar a las personas a salir de la emergencia medico sanitaria y combatir las consecuencias de la crisis, no para mantener las tasas de beneficios del Capital. Exigimos la creación inmediata de un Fondo Europeo de Salud financiado por la BCE con títulos 100 años que no son negociables en los mercados.
  • Impulsar Planes de Reconstrucción Económica a todos los niveles, desde el nacional al Europeo, que tengan como objetivo desarrollar procesos de industrialización sostenibles, con la participación del sector público, fomentando la I+D+I de carácter público.
  • Financiar el aumento del gasto social requiere una política de Justicia Fiscal que plantee un nuevo modelo recaudatorio que grave los grandes capitales y la riqueza, acabe con los paraísos fiscales dentro y fuera de la UE.
  • Defensa de la democracia frente a los intentos de aprovechar la situación de emergencia para imponer un recorte de las libertades públicas y una suspensión de las instituciones democráticas.
  • Activar una respuesta humanitaria a la situación de millones de seres humanos que en todo el planeta tienen que abandonar sus hogares escapando de la miseria, el hambre, las enfermedades y las guerras, y que verán ahora agravada su situación.
  • Poner en marcha un plan de medidas que afronten los desafíos ecológicos que nos plantea el cambio climático, promoviendo una “transición justa“ promovida por la CSI que combine la transición ecológica con la protección social.

Por ultimo, la Izquierda Europea rechaza firmemente cualquier intento de utilizar la pandemia del coronavirus para la demagogia nacionalista xenófoba. El mundo debe permanecer unido ahora y la clave para superar la crisis es la solidaridad internacional. Es necesario aumentar especialmente la solidaridad con los pueblos del Oriente Medio, África, Asia y América Latina, que corren un peligro mucho mayor de verse gravemente afectados por la pandemia del COVID-19.

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