Desde la dirección colegiada de Izquierda Unida queremos expresar nuestra satisfacción por el preacuerdo entre PSOE y Unidas Podemos reiterando, en primer lugar, el agradecimiento a la militancia de nuestra organización. Militantes y simpatizantes han vuelto a demostrar que Izquierda Unida es una organización imprescindible en la construcción de un país más justo, más democrático y más igualitario.
Afrontamos una campaña electoral compleja y hostil. Los poderes económicos creían que, esta vez sí, verían desaparecer el espacio de Unidas Podemos, el único obstáculo para un cierre antidemocrático y oligárquico de la crisis. Sin embargo, hemos logrado resistir garantizando un espacio de izquierdas en plena ofensiva reaccionaria. Nuestra organización sabe lo que es resistir en contextos adversos. Mantener viva la llama de la dignidad en los momentos más complicados de nuestra historia ha posibilitado que una alianza de los hilos rojo, verde y violeta sea determinante en el futuro de nuestro país.
Finalmente se ha impuesto la cordura. Llevamos meses señalando que la España del bipartidismo y las mayorías absolutas es cosa del pasado. En un país plural y diverso es un error vetar a un espacio político imprescindible para cualquier avance democrático como es Unidas Podemos. Gracias a nuestra perseverancia esto es algo que hoy asume todo el mundo.
La noticia del preacuerdo ha sido acogida con ilusión entre toda la ciudadanía progresista de nuestro país. Después de una década de recortes y años de bloqueo el preacuerdo es un halo de esperanza frente a la propuesta reaccionaria de las derechas.
Nuestro país afronta grandes retos. La lucha contra el paro, la precariedad y la desigualdad son algunos de ellos. Garantizar derechos que protejan a las clases populares en este contexto de incertidumbre y desamparo es la mejor manera de blindar la democracia frente a la amenaza de la extrema derecha. Un gobierno de coalición debe tener presentes en todo momento, sin excusas, estos retos. Los 10 puntos esbozados en el preacuerdo van en esta dirección:
- Empleo de calidad.
- Regeneración, lucha contra la corrupción y protección de los servicios públicos.
- Lucha contra el cambio climático.
- Fortalecer a PYMES y autónomos.
- Ampliación de nuevos derechos como la eutanasia o la memoria democrática.
- Asegurar la cultura como derecho y combatir la precariedad en el sector.
- Políticas feministas.
- Lucha contra la despoblación y apoyo a la España vaciada.
- Avance democrático a través del diálogo y la negociación para garantizar la convivencia en Cataluña.
- Justicia fiscal para blindar el Estado de bienestar.
En la Coordinadora Federal celebrada el 20 de julio tuvimos un debate colectivo muy fructífero en el que acordamos someter a referéndum la conformación «de un gobierno de coalición entre el PSOE y nuestro grupo parlamentario Unidas Podemos». El «sí» obtuvo el 78,76% de los votos emitidos por nuestra militancia. Con este mandato venimos trabajando desde julio, aunque han sido necesarias unas nuevas elecciones para que el PSOE finalmente cambie de posición. En aquel debate señalamos que, si se diera la posibilidad de que algún miembro de Izquierda Unida pudiera entrar en el gobierno de coalición, dicha decisión sería acordada por la militancia y los y las simpatizantes de nuestra organización.
Por ello, en la reunión de la Asamblea Político y Social del próximo sábado 16 de noviembre analizaremos el nuevo escenario político que se abre a partir de este preacuerdo y tomaremos las decisiones oportunas. El debate y la participación colectiva son imprescindibles para fortalecer una izquierda firme y capaz de afrontar los grandes retos de nuestro país.