El poeta y destacado militante comunista Marcos Ana tiene ya su reconocimiento especial en las calles de Madrid. El Ayuntamiento madrileño colocó este martes una placa de homenaje en la fachada del número 30 de la calle Narváez, donde vivió el literato y luchador por la libertad fallecido en 2016.
En un emotivo acto público en plena calle con el que se concretó esta merecida consideración, sus asistentes pudieron leer la sentida leyenda que contenía la placa: ‘En esta casa vivió Marcos Ana (1920-2016) Poeta, comunista y luchador antifranquista. “Si salgo un día a la vida mi casa no tendrá llaves, siempre abierta como el mar, el sol y el aire”’
Entre los/as presentes en el homenaje a Fernando Macarro Castillo, su verdadero nombre, se encontraban el hijo del poeta y un compañero durante su larga estancia en la cárcel, que comenzó en 1939, cuando tenía 19 años. La implacable dictadura franquista no permitió su salida hasta 1961, lo que le convirtió en el represaliado político que más tiempo pasó entre rejas.
También asistieron miembros de la Asociación Marcos como su portavoz, Willy Meyer, así como responsables de las direcciones de IU y del PCE, tanto a nivel estatal como de Madrid.
Meyer agradeció al Ayuntamiento madrileño -representado en el acto por el tercer vicealcalde, Mauricio Valiente, y el concejal-presidente de Retiro, Ignacio Murgui- su “contribución” con ese reconocimiento a la “verdad y justicia contra el franquismo”, mucho más “en un momento en el que se levantan voces que añoran a la dictadura criminal”.
En la misma línea se expresó Sira Rego, dirigente federal y cabeza de lista de IU al parlamento Europeo, quien destacó el “poder de crear sentido común a través de la cultura” en un momento en el que están de vuelta “monstruos terribles”.
El secretario general del PCE, Enrique Santiago, reivindicó a Marcos Ana como símbolo de la “lucha por la libertad de los presos en todo el mundo” y cuyo único delito fue “defender la legalidad republicana y democrática”.
En el acto intervino también la actriz Pilar Bardem, que se confesó “novia de paseo” del poeta durante su juventud. “Creo en el más allá -dijo-, no en el infierno ni el cielo, sino en la energía, y sé que la energía de Marcos está muy contenta de ver a sus amigos reunidos”.
Antes de que el acto se cerrara con los/as presentes entonando ‘La Internacional’, Mauricio Valiente destacó en nombre del Ayuntamiento y en su calidad de responsable de la Oficina de Derechos Humanos y Memoria de la Corporación madrileña la figura de Marcos Ana como ejemplo de “la cultura y la habilidad para razonar como armas contra el fascismo”.