Ante el acuerdo PSOE-SUMAR de la semana pasada, la Red de Salud de Izquierda Unida quería realizar las siguientes consideraciones:
– Las competencias sanitarias están transferidas en su casi totalidad a las CCAA, aún así lamentamos el reducido espacio que dedican a la Sanidad Pública en el documento.
– La Sanidad y la Salud, en el conjunto del Estado, sufre inversiones escasas y deterioros mayúsculos por los diferentes gobiernos de las CCAA, por lo que apostamos por una política sanitaria potente que desde el Gobierno Central que salvaguarde los derechos de las y los ciudadanos a una Sanidad Pública, Universal y de Calidad.
– Valoramos positivamente la intención de crear un Pacto por la Salud Mental, problema silente pero ampliamente extendido en este mundo capitalista. Debemos asegurar la atención urgente a toda persona vulnerable para reducir el número de suicidios. No menos importante es eliminar la estigmatización que sufre la población que requiere ayudas relacionadas con la Salud Mental.
– Celebramos la inclusión en el pacto de las enfermedades raras y el planteamiento que hace el documento sobre las mismas.
– La renovación tecnológica sanitaria debe apostar por un sistema consolidado de transferencia de información entre los distintos sistemas de Salud Públicos de las CCAA para evitar duplicidad en las pruebas y retrasos en los diagnósticos, para mejorar la eficiencia del Sistema y la calidad que se proporciona a los y las ciudadanas.
– Agradecemos también que se incluyan medidas relacionadas con la alimentación saludable y sostenible, y apoyamos las medidas encaminadas a ello, no sólo en la población joven sino en la población en general. Esperemos que se avance en la promoción de la ganadería extensiva y los mercados de proximidad.
– Nos gustaría mayor concreción en determinadas medidas como el plan de choque para fortalecer la Atención Primaria, esperando que no acabe sólo en uno de esos anuncios habituales que finalmente no tienen repercusión real. La Salud Comunitaria debe ser el eje prioritario que vertebre las políticas de Salud, y urge un plan real que aumente los recursos y abandone las políticas hospitalocentristas que prevalecen en nuestras CCAA. Atajar las listas de espera, comenzando por las que sufre la población en sus centros de Salud y Consultorios locales debe ser una de las primeras medidas.
– Compartimos las medidas relacionadas con el aumento de la cartera de servicios y prestaciones en la Sanidad Pública y los programas de ayuda para la compra de productos sanitarios como gafas y lentillas para menores en familias con bajos recursos.
– Nos preocupa el incremento de plazas de formación sanitaria especializada sino lleva un estudio riguroso sobre las necesidades reales y un esfuerzo en la permanencia de los profesionales una vez finalizada la residencia. Debemos apostar por retener el talento que formamos mediante contratos dignos. En la enfermería especializada se deben crear competencias propias para las mismas y establecer los puestos que pueden y deben desempeñar.
– Echamos en falta la ausencia de medidas relacionadas con la Salud y el mundo rural más allá de la medida de aprobar la cartera de servicios básicos de calidad a menos de 30 minutos.
– Tampoco el texto hace mención al fin del régimen mutualista de las y los funcionarios, tema que debería abordarse en la Legislatura.
– Y por último, recordamos que la derogación de la Ley 15/97 y otras medidas posteriores que blindan las privatizaciones sanitarias deben derogarse. Los conciertos sanitarios deben extinguirse a la finalización de los contratos vigentes y la apuesta inequívoca del Gobierno debe ser la Sanidad Pública. No apoyaremos ninguna medida de mejora que pase por esa “colaboración público-privada” que tanto alaban en los gobiernos liberales de nuestro Estado. Es este Estado quien debe garantizar que todo ciudadano y ciudadana tiene los mismos derechos para acceder a los diagnósticos y tratamientos necesarios, y éstos deben realizarse siempre desde la Sanidad Pública, que es la mayor garante de la equidad