El portavoz parlamentario de Izquierda Unida, Enrique Santiago, ha mostrado esta mañana el compromiso de “trabajar y estar atentos” para que España no caiga en la “actitud de proscripción de la solidaridad, de la libertad de expresión y de manifestación” en apoyo del pueblo palestino, como sucede ya en otros países de la Unión Europea (UE)
Santiago hizo esta valoración a los medios de comunicación en los pasillos del Congreso tras reunirse en sede parlamentaria, junto a otros/as diputados/as del Grupo Plurinacional Sumar, con representantes de la organización Samidoum en España.
El mismo dirigente federal de IU se encargó de explicar a los/as periodistas que se trata de una “red de solidaridad con los presos y presas en Palestina”, tanto con los que están detenidos bajo orden judicial como, destacó, “el gran problema de las personas palestinas detenidas administrativamente en Israel sin presentación de cargos, sin conocerse acusaciones, detenidos por tiempo indefinido, en muchos casos, incluso, menores de edad que están en cárceles ordinarias junto a mayores de edad”.
El portavoz parlamentario de Izquierda Unida indicó que los/as interlocutores de esta red les habían trasladado su “preocupación por las medidas de limitación del ejercicio de la libertad de expresión, de manifestación y de las tareas de solidaridad, en especial en Alemania, donde acaba de ser prohibida la red. También actuaciones preocupantes por parte de la justicia francesa, que está entrando en esa espiral de proscribir la solidaridad con Palestina”.
Enrique Santiago y el resto de diputados/as presentes en la reunión les expresaron su “solidaridad con el pueblo palestino”. El portavoz de IU en el Congreso reiteró, además, “nuestra solicitud de que cese de inmediato la limpieza étnica y este genocidio a través de los crímenes de guerra que se están cometiendo”.
“Debe haber -razonó- una voluntad de alcanzar una salida política que acabe definitivamente con este conflicto y que garantice la vida a todas las personas palestinas y también, por supuesto, a todas las personas en el Estado de Israel. La vida es sagrada y los derechos fundamentales de todos ellos tienen que ser preservados”.