Cada 28 de junio celebramos la diversidad, nos recordamos el camino de lucha y logros y nos marcamos las tareas que aun quedan por hacer.
Durante los últimos 8 años hemos dedicado mucho de nuestro tiempo y trabajo militante a lograr un marco legislativo que reconozca la ciudadanía de pleno derecho a todas las personas LGTBIQA+. Un marco desde el que trabajar colectivamente, gobiernos, administraciones y sociedad civil por los derechos de las personas LGTBIQA+.
La sociedad diversa que ya somos ha impulsado la igualdad y la posibilidad de desarrollar nuestras vidas libres, plenas y felices. Nuestra presencia y trabajo en el Gobierno de coalición progresista, con Irene Montero a la cabeza del Ministerio de Igualdad, ha impulsado un marco de protección y reconocimiento que era ya una deuda histórica con las personas LGTBIQA+ y muy especialmente con las personas trans.
La lucha por la democracia y la libertad está íntimamente ligadas a la lucha por los derechos de las personas LGTBIQA+. Siempre hemos participado y nos han interpelado las luchas de la izquierda. Nuestra realidad antipatriarcal y anticapitalista sigue atravesada por múltiples discriminaciones en torno a nuestra orientación sexual e identidad o expresión de género, pero también nos atraviesa la clase, la raza, el origen, la diversidad funcional, la edad…
Hablar de vidas libres, plenas y felices es hablar de garantizar nuestros derechos materiales, de generar un marco de equidad que no nos discrimina y perjudica el desarrollo de nuestras vidas erradicando la LGTBIfobia de los ámbitos familiar, social, laboral…
Este orgullo celebraremos nuestra ley y a todas las personas que la han hecho posible, pero también debemos comprometernos a la defensa colectiva de todas las realidades que hemos logrado proteger frente al avance reaccionario.
Solicitamos un Pacto de Estado por los derechos de las personas LGTBIQA+ que garantice los recursos necesarios para implantar la totalidad de la Ley de derechos LGTBIQA+ y Trans, que iguale los marcos autonómicos para garantizar la mayor protección posible y que alcance un acuerdo para no dejarnos a nadie atrás, es necesario comenzar a trabajar ya para que las personas no binarias y el total de las personas migrantes LGTBIQA+ y menores trans vean reconocidas sus realidades y derechos.
Frente al odio y sus discursos, frente a los delitos de odio que sufrimos con mayor intensidad, nos organizamos. Nuestra lucha ha sido siempre colectiva, nos cuidamos y avanzamos juntas, juntes y juntos. Somos visibles y lo somos con orgullo, en Izquierda Unida, QUEERDAMOS LA DIVERSIDAD.