El portavoz parlamentario de Izquierda Unida y portavoz de Interior del grupo de Unidas Podemos, Enrique Santiago, ha asegurado hoy en relación a los trágicos sucesos en la valla de Melilla en los que, oficialmente, murieron al menos 23 personas migrantes, que “solo cumpliendo la ley se acabará con los intentos de entrar de forma irregular en territorio nacional”, al tiempo que ha respondido a las mentiras lanzadas al unísono por derecha y ultraderecha que “no hay ‘efecto llamada’, lo que existe es ‘efecto persecución’ en demasiados lugares del mundo”.
Santiago ha intervenido en el Pleno del Congreso durante la comparecencia por segunda vez del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, para dar su versión de los hechos. Para el diputado, estamos ante “un hecho de enorme gravedad y un suceso desgraciado”, del que “tenemos que responsabilizarnos de lo ocurrido, trasladar nuestra solidaridad y respeto a las víctimas y a sus familias, y tomar medidas para que nunca más vuelva a ocurrir”.
“Lo ocurrido muestra -destacó- que ni la legislación española ni la de la Unión Europea (UE) tienen mecanismos eficaces para garantizar que una persona en situación de persecución o negación de derechos pueda alcanzar de forma segura la frontera para solicitar asilo o protección internacional”.
De ahí que señalara que “también la Unión Europea tiene responsabilidad en lo ocurrido y debe tomar medidas para que no se repita, incrementando la coordinación entre países para asegurar la protección internacional que estamos obligados a prestar todos los miembros de la Unión”.
Santiago valoró que “nadie se jugará la vida saltando una valla o franqueando de forma abrupta un puesto fronterizo si puede presentar una solicitud de protección de forma normal en una oficina diplomática española en Marruecos o en las oficinas de asilo en la frontera, pero eso hoy no es posible”.
Detalló que “no existen vías legales eficaces que permitan pedir asilo en frontera. No ha habido ninguna solicitud de asilo en frontera desde que se aprobó la Ley de Asilo en 2009” y en las oficinas de asilo de Ceuta y Melilla, desde que se abrieron, “se han tramitado solicitudes de personas que ya habían entrado en territorio nacional, en todos los casos mediante entradas irregulares porque no han tenido otra posibilidad de hacerlo. Hagamos las reformas legales para que nadie tenga que saltar una valla”.
Reforzó estas explicaciones indicando que las personas migrantes que intentaron acceder a España a través del puesto fronterizo del Barrio Chino “procedían mayoritariamente de tres países en los que se sufre privación de derechos y libertades a causa de crisis humanitarias. Hay una presunción razonable de que los nacionales de Sudán, Sudán del Sur y Chad merecen protección internacional, incluido el estatuto de asilo. Cuando estas personas ya están en España y solicitan asilo, en un 85% de los casos sus solicitudes son admitidas a trámite, y en la mayoría se les otorga protección internacional”.
Enrique Santiago denunció que, vistas las distintas imágenes de los hechos, hubiera “centenares de cuerpos inertes, heridos, fallecidos, amontonados durante horas en el suelo a altas temperaturas sin recibir ninguna asistencia médica o humanitaria, y sin ser trasladados a lugares resguardados”.
Recordó también que según las explicaciones de los mandos de la Guardia Civil en Melilla en la visita de trabajo de los portavoces de la Comisión de Interior del Congreso, las imágenes exhibidas en sede parlamentaria y las imágenes incluidas ayer en una información del diario ‘El País’, cuando las personas migrantes rompen la puerta del puesto fronterizo del Barrio Chino “se produjo una avalancha en suelo español en zonas bajo control de las autoridades españolas”.
Advirtió que estas personas “tampoco podían retroceder debido a la presión de la policía marroquí con material antidisturbios” y cómo, según el vídeo publicado ayer “previsiblemente grabado y filtrado por la policía marroquí”, además de heridos y lesionados “al menos se produjo un fallecido en dependencias fronterizas españolas”.
También según la Guardia Civil, “no existía presencia de fuerzas de seguridad españolas en ese puesto fronterizo en el momento de la avalancha, ni la hubo hasta unas horas después”, mientras queda claro que “sí había fuerzas de seguridad marroquíes tanto fuera como dentro de la instalación fronteriza española”.
“Por lo tanto -dijo-, procede solicitar un examen exhaustivo sobre cómo se trató a las personas que quedaron atrapadas por la avalancha”, ya que en los vídeos tomados por la Guardia Civil y exhibidos en el Congreso “no se aprecia cómo se retiraron personas que quedaron en suelo del edifico fronterizo español tras la avalancha, ni en qué estado se encontraban esas personas”.
Mientras, en las imágenes difundidas ayer se ve que “quedaron personas presuntamente heridas en suelo español, se ve a una persona que parece ha fallecido y se ve a la fuerza pública marroquí mover cuerpos desde dentro de las instalaciones fronterizas españolas” y liego, según la Guardia Civil, “no había cuerpos en las instalaciones fronterizas españolas cuando volvieron a acceder a ellas”.
Enrique Santiago recordó que “a fecha de hoy tampoco consta que Marruecos haya informado del número exacto de víctimas, ni se conoce su identificación”, por lo que “la colaboración transfronteriza debe permitir conocer el número exacto de víctimas, heridos o fallecidos, y despejar cualquier duda sobre si existen personas desaparecidas, que es una posibilidad que han denunciado las organizaciones de derechos humanos”, y apostilló que debe hacerse así “porque las vidas negras también nos importan”.
“Pedimos que las autoridades españolas investiguen hasta conseguir el número exacto y nombre de todas las víctimas, para aclarar las causas de los fallecimientos y para poder poner en conocimiento de sus familias lo ocurrido y el paradero de sus seres queridos”, indicó.
Insistió en la necesidad de que las personas migrantes o potenciales solicitantes de asilo “deben ver garantizada la posibilidad de presentar su solicitud de acogida de una forma digna. Así se establece en la vigente Directiva de Protección Temporal: protección inmediata y temporal para personas que no pueden volver a sus países, especialmente por motivos de guerra, violencia o violaciones de derechos humanos. Exactamente lo que se ha hecho con las personas refugiadas ucranianas”.
“Existen herramientas -dijo- para poder acoger dignamente si hay voluntad política, aunque lo cierto es que nunca se han activado cuando se trata de crisis en países subsaharianos, en caso de personas de piel negra”.
De la misma forma, advirtió que “en cualquier actuación en frontera debe garantizarse la asistencia médica sanitaria a las personas que resultan heridas en hechos como el vivido el día 24” y denunció que “había ambulancias cerca del lugar de los hechos, en España y en Marruecos, pero se omitió la obligación de socorrer a las personas heridas o fallecidas que no entraron en España, a pesar de que hemos visto personas amontonadas en el suelo durante horas. Si se las hubiera atendido, probablemente habría menos víctimas y se necesita un protocolo claro para evitar esta situación”.
Enrique Santiago apuntó que “se destinan grandes cantidades de dinero para que países de tránsito impidan que la gente llegue a la frontera europea, y luego miramos a otro lado cuando estos países no garantizan los derechos humanos”.
“Marruecos es uno de los mayores beneficiarios de este dinero -comentó- y, según las organizaciones humanitarias de ese país y las imágenes que hemos podido ver, en demasiados casos las autoridades no observan sus obligaciones en materia de derechos humanos, como ocurrió el 24 de junio”.
Ya en su turno de réplica, Enrique Santiago trasladó también su “solidaridad con los efectivos de la Guardia Civil y todos los funcionarios y funcionarias que trabajan en frontera”, un trabajo que consideró “difícil y que se presta en difíciles circunstancias”.
Ante las versiones falsas lanzadas por las derechas, enfatizó que “lo ocurrido en Melilla no fue un ataque contra la soberanía española, aprovecho para desmontar ese bulo”. Indicó que “la violencia no es aceptable nunca, en ninguna circunstancia”, y explicó que en los hechos violentos intervinieron “personas desesperadas, pero su intención era entrar en la Unión Europea, no atacar instituciones o funcionarios españoles o marroquíes. Quien diga eso miente a sabiendas”.
Respuesta a las mentiras de la ultraderecha
Para Santiago, “la derecha extrema o la ultraderecha están presentando como una operación de agresión militar lo que no es más que la desesperación provocada por el ansia de acceder a una vida digna y segura en la Unión Europea de personas que no tienen esa posibilidad en su país”.
Dirigiéndose directamente al portavoz de la extrema derecha en este debate, el diputado de Voz Javier Ortega Smith, le respondió que “claro que señalamos a los dictadores y claro que señalamos a los países donde no hay derechos, porque los hay, y precisamente por eso España tiene que ser tierra de acogida. Una política de extranjería basada en el blindaje de las fronteras no va a acabar con la necesidad de quienes no tienen derechos”.
El portavoz parlamentario de IU recordó que “así ha sido siempre y el pueblo español lo ha vivido en carne propia a lo largo de nuestra historia en innumerables ocasiones. Hemos tenido que abandonar nuestra patria, bien huyendo de persecuciones políticas y falta de democracia, o bien huyendo de la pobreza y de la miseria para buscar un futuro digno en países más desarrollados que el nuestro”.
“Nos toca -dijo- devolver la acogida recibida por los españoles muchísimas veces en muchos países del mundo. Porque también los españoles y españolas han atravesado las fronteras de forma ilegal, violentándolas. Han cruzado los océanos en barcos cargados de migrantes y han llegado a países donde se pusieron a trabajar sin tener permisos para ello”.
Enrique Santiago lamentó que todo esto “en España solo lo ignoran los que son muy ricos y siempre lo han sido, o los que apoyaban a la dictadura y no tenían que irse a otro país”.
En su opinión, “la única manera de evitar que haya personas que se vean obligadas a abandonar su tierra, a sus familias y sus amigos es establecer políticas de cooperación económica, comercial y social igualitarias entre el norte y el sur, para que en todas partes haya libertades y condiciones de vida digna”.
Completó esta idea indicando que “solo de esta forma las personas que se desplacen de un país o a otro lo harán no para huir de la miseria o los desastres humanitarios. Pero, mientras se consigue acabar con las desigualdades y la negación de derechos en tantos lugares del mundo, hay otras formas viables y más apropiadas para evitar cualquier tragedias migratorias”.