El 17 de mayo de 1990 la Asamblea General de la Organización Mundial de la Salud eliminaba la homosexualidad de su lista de enfermedades mentales. Desde ese año, este día supone acciones y reivindicaciones coordinadas en torno a la lucha que las personas LGTBIQA+ realizamos cada día en torno a nuestros derechos y todo lo que aun debemos conquistar.
Otras veces hemos expresado que los días de conmemoración como este deben servir también para reafirmar compromisos y voluntades. Sólo la protección legal de nuestros derechos y nuestras vidas, la educación en torno a la realidad diversa de nuestra sociedad, la formación de profesionales en torno a la realidad de las personas LGTBIQA+ y la perspectiva transversal de las políticas de empleo y salud, conseguirán iniciar un camino y una vida en plena igualdad.
Entre 2013 y 2019 los delitos de odio hacia las personas LGTBIQA+ crecieron un 45% según el Portal Estadístico de Criminalidad del Ministerio de Interior. Según datos de los sindicatos un 35% de las personas LGTBIQA+ sufren discriminación por razón de su orientación sexual, identidad o expresión de género. El 77% de las mujeres trans han sufrido discriminación a la hora de encontrar empleo según datos del FRA para 2020. El 17% de las personas menores LGTBIQA+ que han sufrido acoso en su entorno escolar han intentado suicidarse según indica FELGTB.
Son algunos datos que demuestran lo necesario de una ley para la igualdad real y efectiva de las personas trans y para la garantía de los derechos de las personas LGTBIQA+ para proteger nuestras vidas y el derecho a vivirlas en plenitud, una ley que aborde la globalidad de las esferas educativa, social, económica, laboral y sanitaria. Un derecho que no puede disfrutar toda la sociedad no es un derecho, es un privilegio.
Diariamente vemos como los movimientos autoritarios de extrema derecha y sus mensajes de odio van en aumento en nuestro país, las asociaciones de profesionales de los cuerpos y fuerzas de seguridad, como LGTBIPol, reconocen que con la presencia de fuerzas reaccionarias y de extrema derecha en el ámbito político las agresiones y retrocesos en materia de igualdad LGTBIQA+ se incrementan. Ante eso, la respuesta social debería ser clave. Porque los derechos humanos no se negocian, se legislan.
Avanzar hacia una democracia plena de derechos y libertades es nuestro objetivo y por eso este 17 de mayo de 2022 celebramos también la aprobación en el Gobierno de España de la nueva ley del aborto, una ampliación de derechos imprescindibles para todas las mujeres en materia de salud sexual y reproductiva y el reconocimiento legal de formas de violencia expresa como el alquiler de úteros.
Y así, en una sociedad que mayoritariamente reconoce, desea y expresa nuestra diversidad, lograremos tener vidas plenas, felices y libres de violencia y discriminación. Pronto, en esa alianza con el movimiento feminista, celebraremos que la lucha hace posible una nueva generación de derechos para todas, todos, todes. Que no es un día, son nuestras vidas.
