El portavoz parlamentario de Izquierda Unida y diputado de Unidas Podemos, Enrique Santiago, ha denunciado este sábado la “absoluta degeneración política” en la que está inmersa la cúpula dirigente del Partido Popular, evidenciada de nuevo por el escándalo por el supuesto espionaje desde la dirección nacional de Pablo Casado a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, y por la vinculación de ésta y un familiar con el cobro de mordidas y tráfico de influencias en un contrato público del Gobierno autonómico para comprar mascarillas en el momento más duro del inicio de la pandemia.
“Hemos llegado -explicó- a unos extremos de absoluta degeneración de la actividad política del Partido Popular, de falta de credibilidad, y creo que es la sociedad española la que tiene que tomar cartas en el asunto y tomar nota de que no se puede permanentemente confundir lo público con lo privado”.
Santiago hizo esta valoración a preguntas de los medios a su llegada a la jornada ‘Analizando la reforma laboral’, que ha organizado el Foro de Abogadas y Abogados de Izquierdas (FAI-RADE) y de que se ha encargado de inaugurar junto a la presidenta del mismo, Elena Vázquez.
El dirigente de IU apuntó que en España ya “nadie discute” que la formación que aún lidera Pablo Casado es un “partido corrupto”, con “multitud de problemas de corrupción” y que “constantemente confunde el patrimonio público con lo privado”.
Destacó que en el último escándalo conocido esta semana donde se cuestiona directamente la legalidad y rigor ético de la gestión de gobierno de Díaz Ayuso en Madrid “ni siquiera se niega ese cobro de comisiones por contratos públicos”, sino que lo único que se discute es “el porcentaje que se ha cobrado”.
Enrique Santiago dejó claro que un partido que alcanza “esta capacidad para meterse en problemas de corrupción no puede gobernar ninguna institución democrática” y deben ser sus propios dirigentes, presentes o futuros, los que busquen soluciones a la grave situación que han provocado ellos mismos.
Consideró que el Partido Popular “tiene un problema estructural” a nivel nacional y que resulta “imprescindible” que toda la sociedad de nuestro país “sea consciente” de ello para que “no den su apoyo a un partido que no respeta los mínimos principios de la ética y el decoro”.
Por otra parte, en respuesta a las cuestiones planeadas por los medios, el también secretario de Estado para la Agenda 2030 descartó que el Gobierno de coalición esté pensando adelantar elecciones para aprovechar esta grave crisis de la derecha. “Estamos a lo importante -dijo-, a trabajar y a no perder el tiempo con especulaciones políticas en función de qué partido puede beneficiarse más de situaciones coyunturales”.
Destacó la “estabilidad” del Ejecutivo del que forma parte Izquierda Unida a través de Unidas Podemos en una legislatura en la que aún queda “muchísimo trabajo”. Incidió en que para el espacio político que representa lo más importante “no es el beneficio que obtengan los partidos” que forman parte del Gobierno, sino seguir trabajando como hasta ahora para legislar de cara a ampliar los derechos de la ciudadanía y “recuperar las libertades públicas que cercenó el PP”.