El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha hecho esta mañana un claro “llamamiento” a las formaciones políticas que conforman el bloque que respaldó la investidura del Gobierno de coalición para que apoyen la reforma laboral en el debate de la próxima semana en el Congreso. Para Garzón, la propuesta que el Ejecutivo consensuó con los agentes sociales supone un “punto de inflexión” y un “cambio de ciclo” para recuperar los derechos de las personas trabajadoras y en el camino iniciado para “desmontar” las políticas del PP.
Durante su intervención telemática para exponer el Informe Político con el que abrió la reunión que mantiene el día de hoy la Coordinadora Federal de IU -máximo órgano de debate y decisión entre asambleas- apuntó que esa reforma del mercado de trabajo “pilotada” por la vicepresidenta del Gobierno y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, “va a contramano de todas las anteriores” y permitirá “revertir décadas de recortes de los derechos” de la clase trabajadora. De ahí que se dirigiera a los partidos “comprometidos” con esos derechos para que “empujen” en esa misma dirección.
El máximo responsable federal de IU y ministro de Consumo, insistió en que ese “paso más” que se debe dar “tiene que ser empujado por los partidos que han apoyado al Gobierno de coalición”, para así “dejar atrás las reformas laborales y las políticas económicas de las diferentes derechas en este país”.
Garzón incidió también en ese “importante llamamiento” que lanza como coordinador federal de IU a los socios parlamentarios del Gobierno, porque “necesitamos que impere la lógica de la recuperación de derechos”, un camino que “no agota todos los horizontes posibles en todos los retos inmediatos que tenemos, pero que supone un cambio notabilísimo para las familias trabajadoras que se han encontrado con derechos vulnerados por las reformas anteriores”.
Enfatizó que este “enfoque nuevo” que supone la reforma laboral en la defensa de la clase trabajadora va en dirección opuesta a los anteriores cambios que impusieron los “bajos salarios”, que “apuntalaron un modelo de precariedad” o que se hicieron para recortar la fuerza y la “capacidad de negociación de los sindicatos”.
Por el contrario, los importantes cambios propuestos ahora defienden la subida del salario mínimo interprofesional (SMI), plantean una “mejor redistribución de salarios” y buscan desplegar de manera justa los fondos europeos para la recuperación económica.
Al comienzo de su intervención, Garzón situó también la lucha contra el cambio climático entre los “retos urgentes a abordar” a los que se enfrenta España. Recordó que los datos científicos han confirmado que hemos pasado “el sexto año consecutivo de records históricos del calentamiento global” y que se debe hacer un “esfuerzo pedagógico” para explicar que de lo que hablamos es “del sostenimiento del planeta, sin el que no puede haber vida, ni economía, ni nada”.
En el ámbito internacional, felicitó al conjunto de la izquierda por su triunfo en las elecciones presidenciales en Chile, que culmina “un proceso complicado que ha incluido un proceso constituyente”. Mostró su confianza en que estos resultados puedan repetirse en los comicios convocados en Brasil y en Colombia.
Señaló también las elecciones presidenciales que se celebran en Portugal y las que están a la vuelta de la esquina en Francia. Sobre estas últimas, apuntó el “contraste” que supone que allí haya unas perspectivas “muy desfavorables para la izquierda”, con la “enésima posibilidad de que triunfe la ultraderecha”, frente a “lo que estamos siendo capaces de organizar en España”.
En este contexto, elogió el trabajo que la izquierda realiza en nuestro país “no sin dificultades” y la “capacidad de ensamblar dentro de Unidas Podemos a actores diferentes, desde comunistas a verdes, con culturas políticas muy distintas”.
Aseguró que es “una virtud y una posición muy sólida que nos permite hablar desde la diversidad de las izquierdas y desde la riqueza que implica el dialogo”, para poder “parar los antagonismos contra la clase trabajadora y los derechos humanos”, como está ocurriendo en países cercanos como Hungría y Polonia.
Alberto Garzón no olvidó felicitar a Sira Rego, eurodiputada y portavoz federal de IU, que hace unos días se presentó con el respaldo de todo el grupo de la Izquierda Europea como candidata a presidir el Parlamento Europeo. Aprovechó esta circunstancia para denunciar la “gran coalición” que tejieron los grupos socialista “incluidos los españoles”, liberal y conservador, que unieron sus fuerzas y respaldaron a la dirigente maltesa del Partido Popular Europeo, Roberta Metsola, “antiabortista y que representa algunos de los valores más retrógrados de Europa”, señaló.