El eurodiputado de Izquierda Unida Manu Pineda remitió el jueves una carta a la Comisaria de Transportes de la Unión Europea, Adina Vălean, en la que le traslada su preocupación por la situación que sufre el operador ferroviario ADIF en España y le solicita su mediación para solucionar las graves deficiencias que sufren los trabajadores y el servicio, por el incumplimiento de numerosos compromisos adquiridos con el comité de empresa durante los últimos años. Los trabajadores han desconvocado los paros previstos para este viernes, después de que la negociación entre la empresa y los sindicatos haya llevado a ADIF a aceptar hacer una oferta de 2.000 puestos de trabajo.
“Esperamos que la comisaria pueda mediar en esta situación que está poniendo en peligro un servicio público, la estabilidad de miles de puestos de trabajo y la seguridad de los usuarios. Nos alegramos de que el trabajo de los sindicatos haya dado sus frutos, pero seguiremos muy atentos cómo evoluciona este asunto y queremos que Bruselas también esté pendiente”, explica Pineda.
En su misiva, el eurodiputado de Izquierda Unida enumera los graves problemas de personal que afectan a ADIF debido a los reiterados incumplimientos en la tasa de reposición, la externalización de servicios, el cierre de estaciones o talleres y la deficiente política de mantenimiento ferroviario que arrastra la empresa.
“La empresa se comprometió en 2019 a contratar a 1.000 personas hasta 2023 para compensar los empleos que se habían perdido y, sin embargo, vemos como la plantilla se reduce año a año. Con el acuerdo alcanzado esperamos que se reconduzca la situación”, señala el eurodiputado, que se reunió con representantes de CCOO en Madrid hace unos días. Entre 2005 y 2020 la plantilla se ha reducido en 3.600 personas. Mientras, ADIF ha puesto en marcha una política de externalización de servicios por falta de personal.
Aunque el compromiso con el transporte sostenible, la reducción de las emisiones contaminantes y el impulso del ferrocarril como elemento vertebrador del territorio son elementos centrales del discurso europeo y español, la realidad, según muestra Pineda, “dista mucho de ser así”.
“Hemos sido muy críticos con el cuarto paquete ferroviario y con las políticas de liberalización dictadas desde la Unión Europea, pero la Comisión debe implicarse en que este servicio esencial para la ciudadanía deje de degradarse y exigir la aplicación de las recomendaciones del Libro Blanco del Transporte”.