La portavoz de Izquierda Unida en el Parlamento Europeo, Sira Rego, considera “insuficiente” el malestar mostrado ayer por la comisaria de Salud de la Unión Europea (UE), Stella Kyriakides, por el retraso en el suministro de las vacunas de AstraZeneca y considera que la Comisión Europea debe “exigir y garantizar que las farmacéuticas cumplan los plazos pactados” con el Ejecutivo comunitario y los Estados miembros, “en lugar de estar especulando con las dosis fabricadas en la UE, vendiéndolas al mejor postor”.
“Seguimos esperando a que la Comisión Europea tome las riendas de este asunto. Desde nuestro punto de vista no era muy difícil prever que las farmacéuticas pudieran actuar como otras muchas multinacionales al principio de la pandemia y, una vez asegurados los contratos millonarios, actuaran en su máximo beneficio con el reparto de las dosis”, advierte Rego.
Para la eurodiputada, “la opacidad en la firma de los contratos y la poca transparencia de la propia Comisión Europea han facilitado que ahora las empresas que están fabricando las vacunas, con financiación pública de la UE, piensen que pueden hacer lo que quieran”. La presidenta del Ejecutivo comunitario, Ursula Von der Leyen, ha vuelto hoy a hacer hincapié en que AstraZeneca y el resto de multinacionales deben responder a lo pactado con los Estados miembros, sin embargo, “siguen sin explicar cuáles van a ser las medidas que van a tomar si no los respetan”.
Ante este panorama, Rego y el también eurodiputado de Izquierda Unida Manu Pineda han registrado una pregunta parlamentaria en la que piden explicaciones escritas a la Comisión Europea y que detalle las razones del retraso en las vacunas: el de AstraZeneca, que comunicó una reducción del 60% en el suministro de dosis, sumado al incumplimiento de los plazos en que ya habían incurrido Pfizer y Moderna.
Los eurodiputados preguntan, en este sentido, cuáles son los motivos que están esgrimiendo las compañías para tener estos retrasos, aunque en el caso de AstraZeneca ya es conocido que ha enviado dosis fabricadas en la UE a otras partes del mundo.
Estamos ante un incumplimiento claro de los contratos, que ha reconocido la propia Comisión en diferentes manifestaciones públicas. Pero se trata de una cuestión difícil de analizar puesto que todos los contratos, menos el de la compañía CureVac, se mantienen en secreto. Esta última dio el visto bueno a que la Comisión Europea hiciera público el contrato, ante la presión social y la protesta de un buen grupo de eurodiputados. Sin embargo, el contrato publicado no deja de ser un brindis al sol, puesto que toda la información clave queda oculta y tachada con recuadros negros.
Sira Rego insiste en que “la transparencia es clave en un momento como este. Por eso desde el grupo parlamentario de La Izquierda en el Parlamento Europeo, en colaboración con multitud de agentes sociales y organizaciones, apoyamos la Iniciativa Ciudadana Europea para el acceso gratuito y universal a la vacuna contra el coronavirus”.
Esta iniciativa, que se puede consultar en la página web noprofitonpandemic.eu/es defiende, entre otras razones, el acceso a los contratos para poder fiscalizar la acción de las farmacéuticas. Como todas las iniciativas europeas, requiere la firma de un millón de ciudadanos y ciudadanas de la UE para que la Comisión Europea se vea obligada a estudiar sus demandas e implementar políticas para satisfacerlas.