El portavoz parlamentario de Izquierda Unida en el Congreso, Enrique Santiago, ha asegurado esta mañana desde Santander que después del “grandísimo esfuerzo” que se ha hecho con el dinero público de todos “para sostener el empleo” por las graves consecuencias económicas de la pandemia, “no parece muy sensato que las empresas aleguen que no pueden soportar una subida moderada del Salario Mínimo Interprofesional (SMI)”.
Santiago considera que “sería realmente injusto y nadie entendería una congelación de la subida del SMI” que impida “alcanzar ese requisito de que el salario mínimo alcance 60% del salario medio”, compromiso al que llegó el Gobierno de coalición para esta legislatura.
El también portavoz adjunto de Unidas Podemos hizo esta valoración en un contacto con los medios de comunicación durante la jornada de trabajo que desarrolla en Cantabria, junto al coordinador general de Izquierda Unida en esta comunidad, Israel Ruiz Salmón, y antes de mantener un encuentro con representantes sindicales de los/as profesionales de la Universidad de Cantabria pertenecientes a CCOO, UGT y CSIF.
Indicó que tanto Unidas Podemos como Izquierda Unida están “especialmente comprometidas” en que esta subida del SMI salga adelante, e indicó que debe ir acompañada por “la puesta en marcha de medidas concretas para afrontar la reforma laboral, tan importe en este país”.
Este ‘compromiso especial’ abarca también solventar la “pérdida de derechos” que arrastran “muchos trabajadores y trabajadoras debido a las reformas neoliberales de los últimos años”. Puso como ejemplo las “situaciones que generan las plataformas o los falsos autónomos” e indicó que “todo esto tiene que acabar para que la gente no solo tenga derecho a un empleo, sino que sea un empleo digno que permita llevar adelante unas dignas condiciones de vida”.
Enrique Santiago reiteró respecto al SMI que “de lo que se trata con su subida es acelerar e incrementar la actividad económica. Todos los países de Europa que tienen salario mínimo lo han subido, no vamos a ser la excepción. Se suben porque es fundamental para atender las necesidades y que los trabajadores tengan recursos con los que la economía pueda moverse. La congelación del SMI es una pésima noticia económica en este momento. Después del grandísimo esfuerzo que ha hecho este Gobierno para sostener el empleo con el dinero de los impuestos de todos los españoles y españolas, el dinero de los ERTEs, no parece muy sensato que las empresas aleguen que no pueden soportar una subida, que no va ser del 20% como el año pasado, sino algo equivalente a la que han tenido los funcionarios o las pensiones”.
“Estamos contentos -apuntó también- porque a pesar de la catástrofe de la pandemia mundial, vamos consiguiendo que la afectación sobre el empleo o sobre la caída del PIB sean mucho más reducidas de lo previsto inicialmente”.
El portavoz parlamentario de Izquierda Unida en el Congreso indicó que se seguirán aprobando medidas “para mejorar las condiciones de vida de nuestro país”. Explicó que el próximo martes “el Consejo de Ministros va a examinar el decreto de paralización de desahucios” y que va dirigido a que “cualquier persona o familia que no tenga una solución habitacional pueda tener unas buenas condiciones de vida y garantizarle un derecho básico como es el de la vivienda”. Irá acompañado de “la paralización de cualquier posibilidad de corte de suministros para colectivos vulnerables, entre ellos las familias con necesidades”.
En esta línea va también la aprobación ayer de la Ley de Eutanasia, “un nuevo derecho 23 años después del primer proyecto que se presentó en el Congreso de los Diputados. Es el derecho a morir dignamente para aquellas personas que lo soliciten y reúnan una serie de condiciones, entre ellas estar en una situación de padecimiento insoportable e irremediable”.