- Destaca que “sin una educación pública de calidad, las desigualdades sociales se perpetúan y sin una sanidad universal y gratuita, las personas más vulnerables quedan desprotegidas”, además de que hay que proteger especialmente “el derecho a la vivienda”, en cuya defensa “frente a un socio de gobierno que no se atreve a dar pasos en esta dirección, IU debe hacer uso de toda su fuerza institucional para avanzar en esta dirección”
Izquierda Unida se sitúa como “vanguardia” en un “proceso de reacumulación de fuerzas de los sectores progresistas y de izquierdas” de cara a “servir como dique de contención para combatir al auge del neofascismo” en unos tiempos de “incertidumbre, de ofensiva reaccionaria y de crisis ecosocial”.
Esta es una de las principales conclusiones incluidas en la Declaración Política que hoy lanza Izquierda Unida, tras concluir la ‘Conferencia Interparlamentaria’ celebrada en Logroño desde el pasado viernes. En este importante encuentro han participado decenas de cargos institucionales a nivel estatal, autonómico y municipal, así como responsables políticos de todas las federaciones de la organización.
Esta fuerza destaca en el texto que “la trayectoria de Izquierda Unida, tanto institucional como a pie de calle, da buena cuenta de la importancia de las organizaciones como condición sine qua non para el avance en derechos de la clase trabajadora”.
Considera que los casi “cuarenta años enhebrando los hilos rojo, verde, morado y blanco de la historia, han dotado a nuestra organización de la estructura, la experiencia y la coherencia necesarias” para abordar con garantías los retos propuestos y para “ser faro” y “seguir avanzando en derechos y mejorar la vida del conjunto de la mayoría social”.
“Los lazos y alianzas con otras organizaciones políticas, sindicales y sociales -señala-, deben ser el eje vertebrador de la acción política de Izquierda Unida, tanto en las instituciones como en cada barrio en el que está presente, pasando por los centros de trabajo y las universidades”.
Debe ser así “frente a quienes quieren atomizar la sociedad, enfrentar entre sí a los desposeídos, y negar la existencia y la identidad a quienes no encajan en su estrecha visión del mundo”.
La Declaración Política entra también en temas concretos y traspasa su análisis político para ir más allá. Así, sobre la “terrible Dana” que asoló y afectó a cientos de miles de personas y amplias zonas del territorio apunta que esta “explosiva mezcla de unas condiciones climáticas inauditas, con unos responsables políticos autonómicos incapaces y negligentes, tuvo las dramáticas consecuencias para la gente de Valencia que todos sabemos”.
Alerta de que “el cambio climático y la sobreexplotación de recursos naturales, junto a unas políticas neoliberales que priorizan el mantenimiento de los beneficios del capital frente a los derechos de la ciudadanía, son las principales amenazas a las que se enfrentan los trabajadores y trabajadoras agrarias”.
IU constata también que “frente a unos datos macroeconómicos sólidos y en tendencia al alza, con niveles de crecimiento y de empleo inauditos en los últimos quince años nuestro país, la realidad material de la clase trabajadora dista mucho de avanzar a la misma velocidad”.
“No puede construirse un país justo y equitativo mientras los proyectos de vida de las personas sigan estando condicionados por el código postal o la familia en la que se nace”.
Por ello, Izquierda Unida defiende “un ‘Pacto de Estado contra la pobreza infantil’ se erige como una medida imprescindible para combatir las desigualdades de raíz”, un “modelo económico que priorice la redistribución de la riqueza a través de una fiscalidad verdaderamente progresiva” o una “reducción de la jornada laboral como elemento central”.
Defensa radical de la educación y la sanidad públicas, y del derecho a la vivienda
Destaca que “la educación y la sanidad son servicios públicos especialmente críticos. Sin una educación pública de calidad, las desigualdades sociales se perpetúan de generación en generación. Sin una sanidad universal y gratuita, las personas más vulnerables quedan desprotegidas”. Ahí están también “los cuidados, cuyo peso sigue recayendo fundamentalmente en las mujeres”.
“Pero si hay un derecho básico cuyo acceso es cada vez más difícil para la mayoría de la ciudadanía y, especialmente para la juventud, ese es sin duda el derecho a la vivienda”, incide la Declaración Política y apunta que “frente a un socio de gobierno que no se atreve a dar pasos en esta dirección, Izquierda Unida debe hacer uso de toda su fuerza institucional para avanzar en esta dirección, siendo sin duda una de las mayores prioridades de la acción política allí donde tenga representación institucional”.
IU tampoco pasa por alto la reciente llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, un “asunto que merece nuestra atención” y que debe servir “para anticipar y prevenir un movimiento similar que ya se está produciendo en nuestra realidad más cercana”.
Así indica sin rodeos que “frente a las soluciones pueriles, demagógicas y populistas de la ultraderecha, que menosprecian la colectividad, que odian a las mujeres, a las personas migrantes y racializadas, a las disidencias sexo-afectivas y a cualquier minoría que rompa su timorata y reaccionaria visión del mundo, los partidos y organizaciones de izquierdas debemos reivindicar una democracia radical, verdaderamente participativa, que incluya a todos y todas, y que abogue por una transformación revolucionaria de la realidad material de la clase trabajadora”.
El texto tampoco deja pasar “la situación de violencia y conflicto en diversas regiones del mundo” y tras más de un año de genocidio en Palestina y más de 47.000 personas “asesinadas vilmente” por orden del sionismo genocida que gobierna Israel “el compromiso de nuestra organización con la paz es más fuerte que nunca. Paz para el pueblo palestino y para el resto de pueblos amenazados por la guerra y el imperialismo”.
En todo este contexto, la iniciativa de ‘Convocatoria por la Democracia’ es “la herramienta idónea para llevar a cabo esta amplia alianza del pueblo para un proyecto de vida en comunidad”. Debe servir para ese proceso de “nueva acumulación de fuerzas, para volver a reunir a todos aquellos que, con el desgaste del tiempo y de las circunstancias que hemos vivido en la última década, se han podido alejar o desfallecer en la lucha”.
Como resultado de esta reflexión, la Conferencia Interparlamentaria de Izquierda Unida “se compromete a perseverar en el empeño por la construcción de un futuro democrático, socialista, feminista, ecologista y pacifista; un futuro de justicia social y libertad para la clase trabajadora en nuestro Estado, pero también para el resto de los pueblos”.