La Comisión Internacional de Izquierda Unida, ante la toma de Damasco desarrollada por un grupo terrorista islámico que puede conllevar la desaparición de un Estado laico y multiconfesional, quiere manifestar lo siguiente:
1.- IU advierte de un peligro de desestabilización aún mayor en Oriente Medio, pues el desmoronamiento del Estado sirio puede traer como consecuencia más inestabilidad, belicismo y mayor intervencionismo regional en Siria de grandes potencias como EEUU, Israel o Turquía.
Esa división territorial es un objetivo que viene siendo buscado por EEUU, Turquía, Israel y por los grupos terroristas yihadistas, que han intervenido militarmente en Siria desde hace más de diez años a través de una guerra brutal que ha debilitado política y económicamente el país, con más de 500.000 personas muertas desde el inicio del conflicto armado. También lo ha empobrecido tremendamente, como demuestran los datos de la ONU.
Nada de esto se podría comprender sin entender el contexto geopolítico, como corazón geográfico de Oriente Próximo y sus recursos petrolíferos y gasísticos de los que EEUU quiere tomar control, para arrebatarlos a quienes entiende como sus enemigos en la región. Nada de esto es nuevo después de las guerras del Golfo, Libia y de Irak, en la política exterior de los EEUU.
Responsable es también el expansionismo de Israel, que busca la ampliación geográfica de su Estado sionista al servicio del proyecto del gran Israel, basado en la dominación de Palestina, Líbano y el sur de Siria. En el caso de Turquía su interés será continuar su lucha contra los kurdos en el norte de Siria.
Denunciamos que los grupos integristas islámicos de ultraderecha como HTS (Organismo de Liberación del Levante), considerados terroristas por la ONU, EEUU y la UE, aunque persiguen la creación de un Estado salafista que debe ser impedido por la comunidad internacional, han sido aliados tácticos de las potencias citadas. HTS tuvo su origen en Al Qaeda.
2.- Consideramos imprescindible que la ONU y la comunidad internacional intervengan en defensa de la soberanía del pueblo sirio, para que se defienda y preserve su unidad territorial y se eviten tanto la posibilidad de un conflicto bélico regional aún mayor, como un reparto territorial de Siria basado en intereses económicos y políticos que violen su soberanía como estado. La invasión ilegal del sur de Siria por parte de Israel debe cesar inmediatamente.
Advertimos a la comunidad internacional de que si no se respeta su soberanía y preserva su unidad territorial, Siria puede convertirse en un estado fallido como lo es hoy Libia tras la guerra. Un estado fallido donde las fuerzas imperialistas se apropien de sus recursos naturales con gobiernos títeres y antidemocráticos, sumido en el caos y el desastre, la violencia y la desestabilización interna, con riesgo evidente también para una mayor desestabilización regional.
3.- Izquierda Unida considera que la ONU debe intervenir en defensa de la soberanía y la unidad territorial de Siria, realizando un llamamiento al cese total del intervencionismo y el belicismo de estas grandes potencias en el país, que en el caso de Israel no ha dudado en bombardear instalaciones militares y científicas sirias en alianza -expresa o táctica- con los ataques militares de los grupos integristas islámicos.
La operación había sido autorizada y coordinada por la administración Biden con Israel y con estos grupos salafistas para hacer ese trabajo útil a sus intereses geopolíticos como sucedió con Al Qaeda. Realizada la ofensiva militar y ese trabajo sucio, hoy hipócritamente EEUU ha reconocido haber bombardeado esta madrugada 75 objetivos de los que pretenden un Estado islámico para Siria.
4.- Dado que son estos grupos terroristas los que controlan hoy por hoy el Estado sirio, desde Izquierda Unida consideramos que la ONU debe jugar un papel urgente y determinante no solo en exigir el fin del intervencionismo militar imperialista, sino también en evitar la proclamación de un posible Estado islámico. En este sentido, se debe garantizar una salida democrática y pacífica a un país que viene sufriendo trece años en guerra y a un pueblo que tiene derecho a la soberanía, a la paz y al regreso a su tierra. Dicha salida debe respetar también el derecho al multiconfesionalismo religioso y al laicismo.
Del mismo modo, para acompañar la transición pacífica en Siria, deben hacerse los esfuerzos diplomáticos necesarios, impulsando la resolución de Doha del pasado 7 de diciembre, así como el cumplimiento de la resolución 2254, que debe ser una prioridad de la comunidad internacional.
Al servicio de estas ideas, debe saber el pueblo sirio, víctima primera y última de la guerra, que contará, como el pueblo palestino y libanés, con el firme apoyo y la solidaridad internacional de Izquierda Unida.