El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, ha afirmado este lunes tirando de ironía que la presidenta del Gobierno autonómico madrileño, la dirigente del PP Isabel Díaz Ayuso, se ha convertido en “la nueva Puigdemont” tras haber anunciado a bombo y platillo que da plantón a Pedro Sánchez y rechaza la invitación del presidente del Gobierno para mantener una reunión para hablar sobre financiación autonómica.
Maíllo aseguró ya más en serio en respuesta a una pregunta sobre este asunto durante una entrevista en el programa ‘Las Mañanas de Radio Nacional’ (RNE) que “me hace mucha gracia ver cómo la derecha compite en esas rupturas simbólicas, institucionales, que no son más que una falta de cultura democrática en la asunción de quién detenta en cada momento la representatividad institucional”.
“Nadie diría que en esta España compleja el eje de ruptura pase de Junts y (Carles) Puigdemont, a Díaz Ayuso y el Partido Popular”.
El máximo responsable de IU incidió en el hecho de que con su negativa a reunirse con Sánchez, “Ayuso se convierte en la nueva Puigdemont”, al tiempo que “diluye al PP en el imaginario colectivo como partido de Estado”.
Antonio Maíllo valora que lo de Díaz Ayuso no es más que una “estrategia” que la lideresa del PP en la Comunidad madrileña adopta conscientemente, en contra de la posición mayoritaria de su propia formación a nivel estatal y del resto de presidentes de comunidades que gobierna la derecha, para mantener así el “enfrentamiento directo” con Pedro Sánchez que lleva años abonando y que le sirve de “fortalecimiento entre sus huestes”.
Mientras, la dirección estatal del PP, empezando por su todavía líder Alberto Núñez Feijóo, se ha dedicado todo el día a tratar de guardar el silencio más prudente posible y a mostrarse ‘comprensiva’ sobre el asunto, entre división de opiniones.
El coordinador federal de IU ya contrastó desde primera hora de la mañana la postura de la presidenta madrileña con la de otros dirigentes autonómicos del PP, como el andaluz Juanma Moreno Bonilla, que hace unas semanas defendió que estaba bien reunirse con Sánchez “aunque sea para decirle que no están de acuerdo con su propuesta”, tras el pacto sobre financiación al que llegaron en agosto los socialistas catalanes y ERC para poder así formar Gobierno en Cataluña.