El portavoz parlamentario de Izquierda Unida y portavoz en materia de Justicia del Grupo Plurinacional Sumar, Enrique Santiago, muestra su “satisfacción” y traslada la “enhorabuena” a María Isabel Perelló tras conocer el nombramiento a media mañana por el Pleno del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de esta magistrada de la Sala Tercera del Tribunal Supremo como presidenta del alto tribunal y del órgano de gobierno de los jueces.
Santiago ha deseado un “buen trabajo” a la nueva presidenta porque de ello “va a depender la mejora de la justicia para que realmente funcione como un servicio público” en nuestro país. También, y no menos importante, para “poner fin a la guerra jurídica y a la utilización de la justicia por parte de la derecha contra los que considera sus enemigos y adversarios políticos”.
“Ahora -incide con rotundidad- hay que ponerse a trabajar para democratizar la justicia, para que sea un poder capaz de garantizar todos los Derechos Humanos, de todas las personas y que alcance a toda la ciudadanía”.
El diputado y también responsable en temas de Justicia e Interior en la dirección federal de Izquierda Unida destaca especialmente que “por primera vez una mujer jueza, defensora de los Derechos Humanos y progresista sea la presidenta del Tribunal Supremo y del Consejo General del Poder Judicial”.
Santiago hace extensiva su felicitación a Perelló “al resto de juezas progresistas que presentaron su candidatura para mejorar la situación de la justicia”. Esto tiene mucha más importancia y valor “tras el desgaste y el bloqueo al que ha sido sometido nuestro sistema judicial en estos últimos cinco años de ‘secuestro’ por parte del Partido Popular”.
“Tras más de un mes de bloqueo por el sector conservador del órgano de gobierno de los jueces -recuerda-, por fin se ha conseguido una candidatura que cuenta con un amplio apoyo, prácticamente consenso, para que una mujer progresista se ponga al frente del Poder Judicial en España”. La candidatura de Perelló ha logrado 16 apoyos, frente a los 4 recibidos por la también magistrada progresista del Tribunal Supremo Ana María Ferrer García.
De ahí que Enrique Santiago incida también en que “no ha sido justo el desgaste al que se ha sometido a las anteriores candidatas progresistas”, si bien advierte de que detrás de todo ello ha estado de nuevo “la forma de actuar de la derecha, crispando y siendo incapaces de aceptar la mayoría social de nuestro país”.