El portavoz del Grupo Plurinacional Sumar en temas de Agricultura y coordinador general de IU Andalucía, Toni Valero, ha advertido en la tarde del martes en el Pleno del Congreso que los ultras de Vox se dedican constantemente a “cargar contra el medio natural que permite la vida. Dicen que van contra el Pacto Verde y contra la ley de restauración de la naturaleza, pero lo cierto es que van contra lo que permite la agricultura, la biodiversidad, la vida. Hay una pulsión de muerte en su negacionismo climático”.
Valero razonó en la Cámara Baja el rechazo de su grupo a la moción que defiende Vox sobre esta cuestión y advirtió que “demonizan las políticas verdes para no señalar a la agroindustria, y lo hacen por esa característica de la ultraderecha de ser experta en desviar la atención de las causas reales de los problemas, porque no pretende resolverlos, sino sacar tajada”.
El diputado de IU por Málaga no eludió la ironía al comienzo de su intervención cuando indicó que “probablemente, si Isaac Newton hubiera sido de Vox, cuando le cayó la manzana en la cabeza en lugar de descubrir la ley de la gravedad le habría pegado una patada al manzano”.
Ya más en serio, lamentó también que “los datos, la ciencia, los hechos contrastables a ustedes les dan igual. Por alguna sutil coincidencia el fascismo también gustaba de atacar a la ciencia, porque, al fin y al cabo la ciencia nos lleva a posiciones abiertas, plurales y críticas”.
Por el contrario, Valero sabe por experiencia que “los agricultores sí reconocen el cambio climático y sí están preocupados por cómo pone en riesgo a la agricultura de nuestro país”. Citó un informe de la organización agraria COAG que señala que el cambio climático es ‘un proceso inequívoco’ que hoy ya suma pérdidas de unos 1.500 millones de euros en la agricultura por la sequía. Un trabajo que añade que de continuar el ritmo de contaminantes, de desertificación y de sequía ‘se pone en riesgo la seguridad alimentaria’.
“Es decir -resumió el portavoz del grupo de Sumar-, o cambiamos y protegemos el medio natural, o el campo va a dejar de darnos de comer, o al menos va a dejar de darnos de comer a todos. Quizá ese es su negacionismo, niegan que todos tengan por qué comer”.
Toni Valero siguió sacando a la luz las trampas en el discurso de Vox, del que dijo que “llama la atención” que, mientras atacan a todo lo verde, en ningún momento “señalan a los oligopolios de la agroindustria que ponen en la picota a la agricultura social y profesional”.
“Llama la atención que no señalan a las grandes empresas que se están llevando el 80% de las ayudas de la PAC; ni a los fondos de inversión que están acaparando tierras e impidiendo el relevo generacional; ni los excesivos márgenes de beneficios de los oligopolios de la agroindustria, ni esos tratados de libre comercio que sí han votado en Europa; ni que el reparto del valor añadido en la cadena alimentaria es injusto; que las distribuidoras están llevándose el grueso de la tarta frente a los productores y que estos mismos productores están asfixiados porque les venden los insumos a precios elevados, mientras los fondos buitre sobrevuelan sus tierras”, encadenó.
El responsable de Agricultura en el grupo de Sumar avisó que desde Vox “dicen que van contra las ‘élites globalistas’, contra los ‘burócratas de Bruselas’, contra la Agenda 2030 y seguro que también contra los ‘teletubbies’, pero lo cierto es que en la ultraderecha son los manijeros del cortijo neoliberal, junto a Meloni, Orbán, Milei, esa internacional reaccionaria a la que ustedes gratamente se suman”.
“La ultraderecha -criticó el coordinador general de IU Andalucía- se disfraza de radical, pero defiende el statu quo, porque sus medidas para el campo andaluz y español reproducen las relaciones desiguales de poder en el campo en favor de la agroindustria. Dicen que han venido a combatir a las élites, pero defienden al oligopolio de la agroindustria”.
Y, de nuevo, aplicó la experiencia al afirmar que “la ultraderecha entiende el campo como lo entendían los señoritos: el señorito no sabía cómo funcionaba el campo, era el dueño y de lo que sabía era de extender el brazo, poner la mano y pedir beneficios”.
Para Valero, los ultras “son admiradores de ‘Mad Max’ (el protagonista de una saga de películas de acción postapocalíptica) porque, en el fondo, su horizonte es ecofascista: no les importa que haya menos recursos si los siguen controlando unos pocos”.
Insistió en la idea de que “nosotras y nosotros tenemos claro que la contradicción no está entre las políticas verdes y la agricultura, al contrario, sin medio natural no hay agricultura posible; la contradicción está entre el oligopolio de la agroindustria y la agricultura social y profesional que da empleo y arraiga la población al territorio”.
Y acabó su intervención indicando que “nuestro país y la Unión Europea, que se juega mucho a partir del 9J, tienen que transitar hacia la soberanía alimentaria, que no es ni más ni menos que decidir que va a nuestra mesa por encima de los intereses de la agroindustria, protegiendo a la agricultura social y profesional y preservando el medio natural que la hace posible”.