El portavoz parlamentario de Izquierda Unida, Enrique Santiago, ha asegurado esta mañana en el Pleno del Congreso que “defendemos la no injerencia en la soberanía nacional y el derecho a la integridad territorial de todos los pueblos, tanto de Ucrania, como de China, Palestina, Siria o la República Árabe Saharaui Democrática”, en este último caso, saludando a su máximo representante en nuestro país, Abdulah Arabi, que se encontraba en la tribuna invitado por IU.
Santiago trasladó al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, esta idea fundamental durante la comparecencia de este en la Cámara Baja para hablar de la política exterior del Gobierno, en la que le indicó también, en relación a la guerra en Ucrania que, mientras más dure este conflicto “más difícil será que haya gobiernos de izquierdas en Europa y que se hagan políticas sociales y de redistribución de riqueza”.
“Esta guerra -dijo-, el riesgo de un conflicto armado global, solo beneficia a la industria militar, a la que se dirigen innumerables recursos económicos que son necesarios para mejorar las condiciones de vida de los pueblos, e impide que los gobiernos puedan realizar políticas que acaben con la pobreza y con las desigualdades”.
Con anterioridad a hablar de los conflictos armados que condicionan peligrosamente las políticas internacionales de los Estados, Santiago recordó también al presidente Sánchez que durante la presidencia española de la Unión Europea (UE) que comenzará en julio “se celebrará también la cumbre con América Latina, una cumbre que se abandonó en el año 2015”.
El parlamentario de IU criticó que “desde 1999 España había impulsado la celebración de estos encuentros cada dos años, pero la catastrófica diplomacia del Partido Popular explica que desde 2015, con el Gobierno de Rajoy, dejaran de realizarse”.
Detalló que España y los países de la Unión Europea “ya están jugando un importante papel en el apoyo a la negociación entre la oposición y el Gobierno de Venezuela”, así como “en el acompañamiento al proyecto de paz total en Colombia, un proceso con el que el presidente Petro va a acabar con la violencia. Nos felicitamos porque España es parte del grupo de países acompañantes a los diálogos de paz con el ELN”.
Santiago enlazó los dos temas expuestos e indicó que “el acompañamiento a la construcción de paz en América Latina por Europa tendrá mayor influencia y protagonismo si impulsamos también la solución de conflictos armados que tenemos aquí. La guerra desatada por la invasión de Ucrania amenaza seriamente la paz mundial, reviviendo situaciones propias de la guerra fría”.
Incidió en que “la inestabilidad también se debe a otras guerras cercanas en Oriente Medio y a la permanente política de acoso militar de Estados Unidos hacia China, incluso en las costas de este país”.
“Tan peligrosa para la paz mundial es la ilícita invasión de Ucrania, como la permanente expansión de la OTAN hacia el Este”, dijo, al tiempo que desarrolló la defensa que desde hace décadas hace Izquierda Unida de “un mundo regido por la multilateralidad, donde desparezcan las alianzas militares como la OTAN”.
Enrique Santiago saludó también “las dos principales iniciativas de paz sobre Ucrania” que hay en estos momentos, la primera, “propuesta por China, con 12 puntos construidos sobre el respeto a la ‘soberanía de todos los países’, a ‘su integridad territorial’ y a sus ‘legítimas preocupaciones de seguridad’, pidiendo un alto el fuego”.
La otra es la del presidente brasileño Lula da Silva “que ha propuesto una mediación conjunta Brasil, China y Emiratos Árabes Unidos para poner fin a la guerra con la creación de un grupo de países más amplio para mediar en el conflicto”.
El portavoz parlamentario de Izquierda Unida reclamó al presidente del Gobierno aprovechar “la presidencia española de la Unión Europea para dar un impulso a la paz, sumándonos a estas propuestas de China o de Brasil, o coordinando una propuesta europea con ellas”.
Santiago cerró su intervención mencionando las reivindicaciones de las organizaciones sindicales Comisiones Obreras (CCOO) y la Unión General de Trabajadores (UGT), de las que dijo que “deben ser tenidas en cuenta por el Gobierno durante la presidencia europea”, ya que tras la subida de las pensiones y del SMI “impulsadas por la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, los sindicatos piden conocer los beneficios empresariales y se debe atender esta necesidad”.
Apuntó que en 2023 “se van a negociar más de 1.000 convenios colectivos” y “si no hay un acuerdo de subida salarial habrá que distribuir la riqueza mediante el Impuesto de Sociedades e incrementar las transferencias de renta a quien peor lo está pasando, adoptando medidas para la contención de precios de alimentos y de la vivienda”.