Este 25 de Noviembre de 2022 volvemos a las calles contra todas las violencias machistas. Salimos por todas las que no están, por las que se sienten solas, por las que tienen miedo, por las invisibilizadas, por las que son negadas, por las que están lejos, por todas las que luchan, por las que lucharon por nosotras y lucharán en el futuro. Esta fecha, instaurada en recuerdo y reivindicación de los asesinatos de Patria, Minerva y María Teresa Mirabal en la República Dominicana en 1960, nos recuerda que luchamos por otro mundo posible. Porque cuando decimos que queremos un mundo sin violencias, estamos diciendo que queremos construir otro. Esta fecha tiene memoria y reivindica que el feminismo es un grito global en el que “si tocan a una, respondemos todas”. Respondemos con alternativas, sembrando futuro, creando horizontes. Porque nuestras luchas empujan al mundo a resolver las desigualdades de raíz, abriendo paso a otro en el que seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres.
Sabemos que las violencias machistas no son sólo cosas que ocurren de forma aislada y casual dentro de la esfera privada de la vida. Sabemos que tras cada asesinada, detrás de cada experiencia cotidiana, hay un hilo que nos conecta a todas con este sistema injusto y violento en el que vivimos. Sabemos que estas violencias sustentan el orden de desigualdad y opresión en el que se basa este sistema capitalista, patriarcal, racista y colonialista, que construye roles de poder ante nosotras, de dominación y disciplina.
Estamos aquí, este 25 de noviembre, porque una sociedad de personas libres e iguales es incompatible con este mundo, y queremos transformarlo. Estamos aquí, para que el dolor y la rabia que sentimos, se conviertan en organización, trabajo y lucha.
Luchamos en cada espacio: en las calles, en nuestra organización, en una asamblea, en un ayuntamiento o en el sindicato, desde el trabajo diario en cada espacio para avanzar con todas y por todas. Avanzamos con la Ley Sí es Sí, con la Ley Trans, con la Ley de Memoria Histórica, parando los desahucios de nuestras vecinas, creando puntos violetas en nuestros barrios, organizando el 8 de marzo, saliendo a la calle con las mujeres palestinas, saharauis, iraníes o contra los CIES; presentando enmiendas a los presupuestos de nuestra región, luchando contra la explotación sexual y reproductiva, la prostitución y los vientres de alquiler; desarrollando los planes de igualdad en nuestros sindicatos, saliendo por la paz y contra las guerras o defendiendo los derechos de las jornaleras migrantes.
Pero todavía tenemos mucho por hacer y nos necesitamos organizadas y juntas.
Desde IU creemos que la atención y el apoyo a las víctimas es fundamental, y por eso creemos imprescindible que se aprovechen los fondos del Pacto de Estado para implantar una red de atención de proximidad potente.
Es necesario garantizar la IVE dentro de la sanidad pública, controlar la mala praxis obstétrica y asegurar la atención a la salud sexual y reproductiva en el sistema sanitario público.
Es necesario un sistema público de cuidados que sustituya el trabajo no pagado de las mujeres en la familia por lo que el dinero del Plan Corresponsables debe tener ese objetivo claro y vincularse a servicios que se gestionen por las administraciones.
Es necesario incorporar mujeres al cambio de modelo productivo y energético, porque necesitamos otro sistema que no nos explote ni nos mantenga en la pobreza.
Nos urge garantizar condiciones de vida digna porque es indispensable para acabar con la violencia. Urge aprobar la Ley por el derecho a la vivienda que proteja a colectivos de mujeres vulnerables de la pérdida de su vivienda. Urge cubrir los vacíos legislativos y abordar la regulación de las migrantes sin papeles para parar su explotación.
Millones de mujeres en nuestro planeta son sometidas a mutilaciones genitales, obligadas a casarse, asesinadas, violadas y prostituidas, quemadas vivas o torturadas por el hecho de ser mujeres; usadas ellas mismas como vasijas para engendrar seres humanos previamente comprados. El feminismo no entiende de fronteras.
Es necesario seguir luchando por un mundo de paz permanente. Las mujeres son víctimas principales de las guerras y por ello exigimos poner fin a la carrera armamentística y perseguir el desarme. Señalamos y denunciamos la vuelta al conflicto bélico en el Sáhara Occidental tras la ruptura del alto el fuego por parte de Marruecos. No podemos olvidar la situación de vulnerabilidad que sufren las mujeres en los países con conflictos, mujeres que ven cómo se vulneran sus derechos fundamentales día tras día.
Es necesario combatir la violencia machista estructural que tiene sus raíces en relaciones patriarcales arraigadas en profundas desigualdades, que comienza con el lenguaje, la educación y las distintas formas de representación cultural. Donde niñas, niños y adolescentes continúan educándose a través de películas, contenidos y canciones de marcado contenido machista, acceso a la pornografía… Una sociedad machista y patriarcal que penaliza a las mujeres LTBQ+, también por su disidencia de la norma heterosexual patriarcal. Si no estamos todas no es feminismo.
Porque aunque nuestros derechos avanzan, nuestra lucha continua hasta lograr la igualdad real haciendo nuestro lo que ya decía Rosa Luxemburgo “Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres”.
Porque ante el negacionismo, el odio y el retroceso que pone en disputa nuestros derechos, nosotras creamos alianzas, abrazamos nuestra diversidad, tejemos redes y ampliamos horizontes para que todas, todas, todas, podamos vivir sin violencias.
Porque aunque se quiera deslegitimar la ley del solo si es si, nosotras somos conscientes del avance que supone que sea delito lo que antes no era y poniendo en el centro el consentimiento como frontera, como un paso más para acabar con la cultura de la violación.
Compañeras y compañeros, las hermanas Mirabal nos tienden la mano para seguir avanzando. Luchemos por una sociedad sin odio, sin guerras, sin violencias; luchemos por los derechos de todas.
¡Alianzas feministas contra las violencias machistas!