El coordinador federal saliente de Izquierda Unida, Alberto Garzón, considera que hoy más que nunca “defendemos la necesidad de poner encima de la mesa un modelo alternativo de país” que, además de responder a las exigencias que plantean la clase trabajadora y las clases populares, debe enfrentarse a la “ola reaccionaria que se extiende a nivel mundial” y que también tiene su expresión en nuestro país “a través de opciones que antes parecían inviables, pero que ahora están sobre la mesa y dan pavor”, en alusión a la radicalización de las formaciones de derechas y la influencia que cada vez más tiene la ultraderecha sobre ellas.
Garzón realizó esta valoración en la sesión de apertura de la última fase de la XII Asamblea Federal que se celebra en Madrid entre esta tarde y mañana. Fue su última intervención como coordinador federal de IU bajo el mandato otorgado por la anterior Asamblea, celebrada en 2016, hasta la reelección oficial prevista para mañana por parte de las personas integrantes de la Coordinadora Federal, el nuevo órgano de dirección elegido por sufragio universal de los/as afiliados/as a lo largo de toda la semana pasada.
El también ministro de Consumo en el actual Gobierno de coalición destacó la importancia que tiene en estos momentos una fuerza como IU, que plantea con vehemencia “otra forma de gestionar y de entender la economía y la política”, frente a “esas derechas que se cubren con la bandera” mientras tratan de imponer “una opción que supone la negación de la libertad en un concepto republicano”, es decir, un “programa reaccionario de involución política y económica”.
Alberto Garzón había iniciado su discurso poco después de que las delegadas y delegados presentes en la XII Asamblea despidieran puestos en pie un video de homenaje a Julio Anguita, ex coordinador federal de IU fallecido el pasado mes de mayo. “Siempre le dije lo difícil que era hablar después de él -apuntó-; hoy lo es aún más de verdad”.
Puso en valor tanto las 750 reuniones territoriales como las 2.300 enmiendas presentadas a los diferentes documentos durante los últimos meses de importante participación en el proceso asambleario que culmina mañana. De la misma forma, agradeció “todos sus esfuerzos” a los/as integrantes de la dirección saliente que él ha encabezado durante los últimos 56 meses.
El máximo responsable de IU contrapuso la situación actual con los pésimos análisis realizados por determinados agoreros en los últimos años anunciando que esta formación ‘iba a desaparecer’. Destacó que “estamos en la cotas más amplias de influencia política”, algo mucho más relevante teniendo en cuenta “las dificultades internas, empeoradas por los problemas financieros” arrastrados durante las dos décadas anteriores. Todo ello ha tenido lugar mientras ha habido formaciones políticas que sí han desaparecido e, incluso, mientras algún partido nuevo “está en vías de desaparecer”.
Alberto Garzón apuntó que algunos artículos de la Constitución parecen hoy “revolucionarios” frente a las ideas que tratan de imponer las derechas. En medio de este panorama aparece IU como “un instrumento, no un fin en sí mismo”, al que “hemos sumado otros instrumentos”.
Abogó por seguir sumando fuerzas con otras organizaciones y, por eso, renovó la apuesta por la confluencia en Unidas Podemos, el mejor instrumento para responder a las necesidades de unas clases trabajadoras que han sufrido dos crisis económicas en pocos años.
“Ahí fuera -sentenció- tenemos a compañeros y compañeras con los que trabajar conjuntamente en el ámbito electoral, pero también en el social y laboral” para sumar fuerzas en defensa de los valores “progresistas y republicanos”.