La portavoz hoy de Unidas Podemos en la Comisión de Asuntos Económicos, Roser Maestro, ha advertido en el Congreso al gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, sobre el “peligro” de que sigan las fusiones entre entidades bancarias de nuestro país, que él apoya desde ese organismo con muy pocos matices. En paralelo, la también diputada de Izquierda Unida criticó la “absorción” de Bankia por CaixaBank, ya que supone no solo “la renuncia a mantener el control público del cuarto banco español”, sino “renunciar a crear una banca pública” como jalean el propio Hernández de Cos y la derecha política y económica por “motivos ideológicos”.
Maestro hizo estas afirmaciones durante la réplica al gobernador en su anual comparecencia en sede parlamentaria para explicar el Informe del Banco de España de 2019. No obstante, la parlamentaria valenciana había iniciado su intervención explicando la posición de su grupo sobre el “impacto económico” de la pandemia por el Covid-19 “con su terrible coste en términos de vidas humanas”, que también “ha alterado radicalmente el entorno económico global y español”.
Le agradeció sus “opiniones” sobre este grave problema en lo que “pueden servir para enriquecer el debate público”, pero reclamó tanto al organismo que gobierna como al Banco Central Europeo que vayan más allá. Para Maestro, las medidas de emergencia del BCE para paliar esta crisis, los fondos de recuperación europeos o la propia respuesta de las políticas fiscales nacionales “deben contribuir a apoyar la recuperación de la economía”, pero todo el trabajo que se haga tiene que dirigirse a “asegurar la sostenibilidad futura de nuestra economía, que necesitará mayores dosis de eficiencia e igualdad”.
“Necesitaremos -detalló- invertir en capital humano y tecnológico para impulsar la necesaria transición hacia una economía más sostenible y crear empleo de calidad, y desarrollar una reforma fiscal en profundidad que asegure recursos suficientes con mayor justicia tributaria para financiar con garantías nuestro Estado social”.
Tiró del texto del propio Informe anual del Banco de España para mostrar su escepticismo ante algunas afirmaciones en materia supervisora, entre ellas la de que ‘el sector bancario afronta esta crisis desde una situación más saneada que en la recesión anterior, lo que subraya la importancia de la profunda reforma financiera global acometida en la última década’. “¡Ojalá sea así! -dijo-, pero en la realidad tenemos nuestras dudas”.
Muy sincera, Roser Maestro amplió su réplica e indicó que “no queremos desaprovechar la oportunidad de que el gobernador exprese aquí su opinión sobre la fusión, en puridad absorción, entre Bankia y CaixaBank”. Apuntó que quienes hoy la publicitan como “una gran noticia, como algo histórico” son los mismos que “aplaudieron sin pudor la salida a Bolsa de Bankia”.
Reprochó al gobernador que esa salida “nos hizo pensar en su momento en la utilidad de los supervisores y reguladores cuando, sin ánimo de ofender, ‘permitieron’ un quebranto patrimonial brutal de una entidad financiera que acabaron soportando primero, los accionistas, y después, toda la ciudadanía con el posterior rescate millonario”.
La diputada de IU incidió también en que la “sensación es francamente terrible” tras el reciente fallo de la Audiencia Nacional que absolvió a los 34 procesados por esa misma salida a Bolsa de Bankia, ya que “parece ser que cualquier operación financiera, por muchas dudas e irregularidades que plantee, está garantizada ‘a todos los efectos’ si cuenta con la ‘tolerancia’ de los supervisores o reguladores”.
La absorción en marcha de Bankia por CaixaBank supone que la entidad resultante sumará activos por valor de cerca de 665.000 millones de euros, “una descomunal cifra que traduce a las claras la dimensión del proceso de concentración que agudiza la oligopolización del mercado bancario”, advirtió. Según datos del sector financiero, tras la absorción las tres entidades más grandes -Santander, BBVA y CaixaBank+Bankia- supondrán casi el 61% de los activos del sector.
Roser Maestro advirtió también de que al reducirse la oferta, “los usuarios de servicios financieros, prácticamente la sociedad en su conjunto, verán probablemente aumentar los costes de esos servicios”, a lo que hay que sumar que “el Fondo de Garantía de Depósitos español tiene 100 veces menor cantidad de recursos y el Fondo Único de Resolución europeo tendrá en 2023 solo una quinta parte” para asegurar los depósitos de los clientes de la nueva entidad.
Se crea una entidad financiera que “haga lo que haga y si las cosas van mal, tendrá que ser rescatada con recursos públicos porque los fondos de garantía no tienen ni para empezar… Socializar pérdidas, privatizar beneficios una vez más”, resumió.
La parlamentaria de Unidas Podemos consideró que “los bancos privados, cuanto más grandes más peligro tienen. Lo vimos en la crisis de 2007. Si un banco pequeño quiebra, se liquida y el Fondo de Garantía de Depósitos puede compensar a la mayoría de los depositantes; pero si es demasiado grande, o se rescata con dinero público o se deja caer provocando una catástrofe financiera y económica”.
Indicó también que esta absorción “agudizará la exclusión financiera” por el cierre de oficinas. En 2007 había 45.000 oficinas bancarias en España y en 2019 quedaban prácticamente la mitad, algo especialmente grave en las zonas rurales. Al mismo tiempo, denunció que podría acarrear cerca de 15.000 despidos y el “hecho de que los despidos puedan ser acordados y que los sindicatos exijan garantías no quita dramatismo a esta realidad”.
Maestro insistió en su exigencia de una banca pública, “a cuya creación el gobernador se ha mostrado contrario”, mientras “la experiencia en otros países es positiva y sostenible, rentable y eficiente”.
Recordó que “en nuestro entorno económico, todas las principales economías europeas tienen un sector bancario público mucho mayor que el español”, visto de otra forma “no hay otro sector bancario privado en Europa más extenso y con un sector público financiero más reducido que el español”.
Roser Maestro lanzó algunas preguntas muy directas a Pablo Hernández de Cos, entre ellas “¿qué le parece al gobernador articular un impuesto a la banca?” para compensar las decenas de miles de millones de dinero público que costó el rescate -entre ellos los 24.000 millones de Bankia de los que se han recuperado poco más de 3.000 millones- o “¿por qué renunciar a que la nacionalizada Bankia pueda ser un embrión de banca pública en España?”
“La respuesta quizá sea que por ‘motivos ideológicos’, porque la evidencia europea demuestra la importancia estratégica de una banca pública solvente y que canaliza el crédito hacia sectores que pueden interesar menos al negocio bancario privado, pequeñas empresas o sectores desfavorecidos de la población”.