La responsable federal de Memoria Democrática de Izquierda Unida, Esther López Barceló, denuncia que “a estas alturas del siglo XXI aún se puede comprobar con tristeza por qué personajes siniestros como Rodolfo Martín Villa nunca fueran objeto de una investigación judicial por los supuestos delitos de lesa humanidad cometidos al amparo de la dictadura franquista y en los años posteriores a la muerte del dictador. Para ello fue necesario que otras relevantes personalidades de la política española, entre ellos los cuatro ex presidentes que ahora le respaldan explícitamente hasta por escrito, se prestaran a mantener la impunidad del franquismo durante sus mandatos. Hay quienes seguimos considerando que o se está con esa vergonzosa impunidad o se está a favor de la democracia”.
López Barceló destaca que “una democracia que se precie debe estar cimentada y respetar los principios de verdad, reparación y, sobre todo, de justicia. No hacerlo nos lleva por caminos distintos”.
La dirigente de IU hace esta valoración 24 horas antes de que Martín Villa -ex alto cargo franquista, ex ministro entre otras carteras de la de Gobernación en los años que siguieron a la muerte de Franco, ex diputado del PP y posteriormente reconvertido a empresario- tenga que declarar en el marco de la denominada ‘Querella argentina’. En esta causa, la única en el mundo que investiga crímenes vinculados a la represión franquista y posteriores a ella, la jueza María Servini le acusa desde 2014 por ‘delitos de homicidio agravado’ en un contexto de crímenes de lesa humanidad en diversas acciones en las que se asesinó a 12 personas.
Las valoraciones en nombre de IU se producen también tras conocerse el contenido de las “vergonzosas cartas” de encendido apoyo a Martín Villa que han enviado a la jueza a través del propio acusado cuatro expresidentes del gobierno -Felipe González, José María Aznar, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy-, cuatro exsecretarios generales de UGT y CCOO -Nicolás Redondo, Cándido Méndez, Antonio Gutiérrez y José María Fidalgo- y el exministro socialista y actual vicepresidente de la Comisión Europea como Alto Representante para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad, Josep Borrell, entre otros.
“Estos apoyos -señala la responsable de Memoria Democrática de Izquierda Unida-, plasman gráficamente a la perfección las innumerables acciones políticas, judiciales y sociales que se han sucedido en las últimas cuatro décadas para sustentar la anomalía democrática de la impunidad franquista. Por respeto a las centenares de miles de víctimas de la dictadura y a sus familias, desde Izquierda Unida nunca nos callaremos ante actuaciones como estas”.
López Barceló tacha de “especialmente insultante para las víctimas y sus familiares” la misiva del expresidente y exlíder del PSOE Felipe González. En ella llama a la justicia a actuar y ‘depurar responsabilidades’ por su ‘mala fe’ contra las víctimas de la dictadura y sus allegados por presentar las denuncias que derivaron en la apertura de la ‘Querella argentina’. Por el contrario, señala que ‘el comportamiento de Martín Villa al frente del Ministerio de Gobernación fue impecable’.
La dirigente federal de IU advierte de que “hoy más que nunca, cuando hay quienes desde distintos ámbitos se afanan sin pudor en blanquear la actuación política de la ultraderecha heredera del franquismo, debemos denunciar y romper el pacto de impunidad que mantienen las cúpulas de PP y PSOE para obstaculizar que la justicia actúe sobre los crímenes contra la humanidad”.
“Desde Izquierda Unida -apostilla- mantenemos en sus términos la propuesta que plasmamos en nuestra proposición de ley de Memoria Democrática, en la que la aplicación efectiva de la justicia es uno de los ejes fundamentales. No abandonaremos esa prioridad”.
La indagatoria de María Servini, titular del Juzgado Criminal y Correccional Federal 1 de Buenos Aires, está previsto que se concrete mañana tras superar varios años de zancadillas políticas y legales. Se hará de forma online, no desde Buenos Aires, como intentó reiteradamente la magistrada argentina, sino en el consulado de este país en Madrid.
Rodolfo Martín Villa es uno de los 15 acusados en la ‘Querella argentina’ de los 20 que imputó Servini al comienzo y por cuyos supuestos delitos llegó a pedir su extradición. Se le investiga por un total de 12 delitos de homicidio agravado, en un contexto de crímenes contra la humanidad.
La justicia argentina vincula su responsabilidad en función de su cargo con distintas acciones violentas durante la Transición. Entre ellas están la masacre de Vitoria del 3 de marzo de 1976, donde cinco trabajadores murieron por disparos de la entonces Policía Armada en una iglesia y cerca de un centenar resultaron heridos.
Además, en otro de los casos más violentos de represión policial durante la Transición, un estudiante recibió un tiro en la cabeza y más de 150 personas fueron heridas durante la carga de las fuerzas de seguridad tras desplegarse una pancarta pidiendo amnistía en las fiestas de San Fermín de 1978. Martín Villa era entonces ministro de la Gobernación.