Izquierda Unida, a través de su Área Federal de Educación, reclama a los responsables de Educación de las distintas administraciones competentes un “sustancial incremento del personal docente en el próximo curso escolar”, para que pueda haber una “vuelta segura a los centros educativos” ante los riesgos derivados de la pandemia del coronavirus.
Enrique Díez, responsable federal del Área, detalla que “consideramos que las administraciones educativas de las comunidades autónomas deben tomar de forma urgente una decisión realista, que pasa por aumentar un 30% el profesorado, además del personal no docente, es decir el personal sanitario, asistentes técnicos educativos y profesionales de educación social, tan necesarios para el control de las medidas sanitarias en las circunstancias actuales y el apoyo a una educación inclusiva”.
Esta exigencia que lanza IU va en línea con la que hacen los sindicatos y las asociaciones de directores y directoras de Educación. CC.OO presentó recientemente un estudio donde evidenciaba que se necesitan cerca de 165.000 profesores y profesoras más para una vuelta al colegio con garantías.
“Este aumento -analiza Díez-, supone alrededor del 15% del gasto total educativo, es razonable y perfectamente asumible por las administraciones educativas si colaboran y trabajan conjuntamente con la Administración Central, elevando la inversión en Educación del actual mínimo histórico al 4,84% del PIB”.
El Área Federal de Educación de IU plantea que los recursos económicos necesarios para acometer esta actuación deben provenir de tres fuentes, “del ‘fondo covid’ de 1.600 millones de euros del Gobierno de coalición que se entregará en septiembre, de los fondos europeos específicos para Educación provenientes del acuerdo alcanzado esta misma semana para seis años y de los propios presupuestos de las consejerías de Educación de las comunidades, que deben hacer un esfuerzo específico para abordar esta crisis sanitaria-educativa”.
Enrique Díez expone que el aumento de cupos debería destinarse a “conseguir desdobles y reducción de ratios, para alcanzar las medidas de distancia social necesarias para un curso escolar seguro. También para implementar medidas de educación inclusiva y de atención a la diversidad que permitan que ningún niño o niña se quede atrás”.
“Es necesario prever -indica- que los centros escolares tengan capacidad para resistir los rebrotes de contagio que pudieran producirse, sin necesidad de tener que enviar a todo el alumnado a sus casas, lo que sería un grave problema escolar, social y familiar. Si no conseguimos reducir las ratios de alumnado, no podemos tener seguridad sanitaria”.
De manera más detallada, el Área Federal de Educación de IU señala que el aumento excepcional del 30% del profesorado debe dedicarse a fortalecer la enseñanza pública en cuatro direcciones:
a.- Un incremento mínimo general de dos docentes por cada línea del centro. A partir de ahí, deberían tenerse en cuenta las características propias del centro.
b.- Un apoyo decidido a los centros en desventaja social, a los que se añadirían, además de esos dos docentes por cada línea de centro, otros dos de apoyo también por cada línea.
c.- Apoyo a la escuela rural, a la que se aumentaría al menos un docente más en cada centro incompleto y en cada CRA, de acuerdo con las características de cada centro.
d.- Aumento significativo de orientadores y PTSC, hasta conseguir la ratio de un orientador por cada 250 alumnos, tal como señalan los organismos internacionales.
El responsable federal del Área de Educación de IU advierte de que “el curso escolar 2020-21 será un curso excepcional, con trabajo educativo fuera de lo normal. Hay que recuperar el tercer trimestre del curso pasado, sacar completo el que está por empezar, desarrollar un plan de refuerzo para el alumnado con dificultades, realizar un esfuerzo especial para el alumnado perjudicado por la brecha digital, una educación para la salud diaria y medidas de prevención sanitaria, disponer de un plan de contingencia por si aparecen rebrotes…”
“Está claro que todo ello no se puede hacer con el mismo personal y medios que el curso anterior, ni siquiera con unos pocos recursos más”, indica. Sin embargo, denuncia que “sorprendentemente en las fechas en que nos encontramos la mayoría de comunidades siguen sin anunciar de manera clara que vayan a aumentar sustancialmente el personal docente y no docente en los centros públicos”.
Enrique Díez critica que las decisiones se están tomando “sin contar con el profesorado y sus sindicatos representativos, ni con la comunidad educativa. Es un error muy grave, ya que no será posible desarrollar un curso ‘normalizado’ si no se cuenta con el profesorado, pieza clave en los centros educativos y, muy especialmente, en esta época de crisis sanitaria”.