Ante las sanciones impuestas por la Unión Europea (UE) contra 11 altos cargos públicos en el Estado venezolano, entre ellos tres diputados de la oposición de derechas, la Comisión Internacional de Izquierda Unida manifiesta lo siguiente:
1.- Izquierda Unida rechaza estas acciones por arbitrarias, injustas, ilegales e ilegítimas puesto que violan el Derecho internacional, además de los principios democráticos y la soberanía de Venezuela como nación.
2.- Se demuestra que la política exterior de la Unión Europea sigue siendo subalterna y seguidista de la que marca EE.UU, lo que supone la pérdida de otra oportunidad extraordinaria para promover el diálogo con Venezuela.
Las altas instancias europeas, en lugar de impulsar actuaciones que fomenten las conversaciones y la cooperación entre el Gobierno y la oposición venezolana para ayudar a la resolución pacífica y democrática de los conflictos, optan lamentablemente por una actitud sancionadora que respalda la que impulsa la Administración de Donald Trump, lo que contribuye a desestabilizar el país e impide promover una salida democrática a la crisis política venezolana.
3.- Tanto la Unión Europea como EE.UU buscan ahora también desacreditar a la oposición moderada venezolana, que ha sido capaz de llegar a acuerdos con el Gobierno de Nicolás Maduro para celebrar las elecciones a la Asamblea Nacional el próximo otoño. De ahí que tres de los sancionados sean asambleístas de la derecha moderada venezolana, entre ellos Luis Parra, presidente de la Asamblea Nacional elegido el pasado 5 de enero en sustitución de Juan Guaidó, que ha dejado de ser mayoritario y hegemónico en la derecha.
En Venezuela, como en cualquier democracia moderna, existen decenas de partidos, entre ellos los que expresan la pluralidad de la derecha en ese país. Una parte muy significativa de esas formaciones conservadoras apuesta por una salida democrática, constitucional y pacífica para dirimir las diferencias, de ahí que hayan acordado con el Gobierno una convocatoria electoral con todas las garantías constitucionales.
El sector encabezado por Juan Guaidó, hoy minoritario en esa derecha, rechaza dicha convocatoria electoral y se aferra a las estrategias dictadas por Trump al margen de cualquier marco democrático. Todo ello incluye la asfixia económica del país, así como el uso de la violencia y de la injerencia externa, tal y como se ha comprobado en la reciente ‘Operación Gedeón’, con la utilización de fuerzas paramilitares para intentar derrocar al actual gobierno de Nicolás Maduro.
4.- IU denuncia esta actitud hipócrita de la Unión Europea que, mientras aparenta apostar por unas elecciones legislativas ‘inclusivas y creíbles’ en Venezuela, sanciona a los sectores de la izquierda y la derecha que trabajan por el diálogo y la búsqueda de acuerdos democráticos, alejados de las estrategias violentas que se pretenden imponer desde EE.UU.
Rechazamos y lamentamos que la Unión Europea decida de esta forma permanecer al margen de cualquier papel que promueva el diálogo y la paz en el conflicto político venezolano. Los problemas en este país difícilmente se van a resolver con castigos, bloqueos económicos y sanciones internacionales, y sí con una promoción activa de acuerdos democráticos.
5.- Para IU resulta muy penoso comprobar que pese a los reiterados intentos golpistas auspiciados por Leopoldo López y Juan Guaidó, la Unión Europea les sigue considerando interlocutores políticos democráticos y válidos, mucho más mientras siguen negándose a participar en los procesos electorales y prefieren mantener sus acciones para desestabilizar el sistema constitucional venezolano.