El responsable federal de Empleo de Izquierda Unida, José Antonio García Rubio, considera que la “grave subida del paro” el pasado mes de marzo, cuyos datos se han hecho públicos hoy, “muestra que muchas empresas han utilizado relativamente poco el recurso de los Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE), que constituyen una mera suspensión temporal del contrato, no su finalización, manteniendo una retribución del 70% de la base reguladora” y han preferido “priorizar sus beneficios a través de despidos que mantener el empleo”.
Las pésimas cifras señalan más de 300.000 nuevas personas desempleadas -la cifra más alta de la historia reciente en un mes- y la pérdida de casi 900.000 contratos al final del mes. Para García Rubio, “algunos de estos despidos pueden explicarse por la complejidad para muchos empleadores autónomos en aplicar la ‘letra pequeña’ de las medidas adoptadas, algo que podría resolverse mediante la concesión de oficio de las ayudas previstas con su simple solicitud, dejando luego tiempo suficiente para completar la documentación”.
“Pero la rotundidad de los datos -advierte- no explica la mayoría de los casos. El enfoque de que si se salvan las empresas se salvan los empleos no queda confirmado por la realidad de la acción empresarial que, según las propias declaraciones públicas de muchos de sus responsables, muestran más preocupación por preservar sus beneficios”.
El responsable federal de IU incide en que “en el fondo, la cuestión principal que deberá resolverse cuando se inicie la reconstrucción económica del país es la inutilidad del modelo productivo que existe en España. No solo habrá que superar una crisis sanitaria de esta envergadura, en la que se ha visto la incapaz de fabricar un producto sanitario tan sencillo como las mascarillas, por poner un ejemplo, sino también para asegurar un desarrollo económico sostenible”.
José Antonio García Rubio explica que a todo ello hay que añadir “algunos elementos que aumentan seriamente la preocupación. El primero, también relacionado con el modelo productivo, es que será muy difícil recuperar el turismo en bastantes meses debido a las restricciones en los viajes. Ello anticipa una dificultad añadida para la recuperación del empleo, incluso cuando termine la emergencia sanitaria”.
“El segundo -completa el análisis- es la inutilidad evidenciada hasta ahora por las medidas adoptadas por la Unión Europea, que generan dudas sobre si será posible contar con los recursos necesarios para superar la situación”.