Izquierda Unida, a través de su Comisión Federal de Política Internacional, reclama un “levantamiento inmediato de todas las sanciones ilegales para que los Estados afectados por ellas puedan, de forma soberana y coordinada, desarrollar las políticas necesarias para frenar el avance de la pandemia del Covid-19”.
Consideran que “no se puede seguir siendo cómplices de unas decisiones que históricamente cuentan ya a sus víctimas por miles y que en la grave crisis actual del coronavirus contribuyen, por su tremenda irresponsabilidad, a la propagación de una pandemia que afecta a todo el planeta”.
Para la Comisión Federal de Política Internacional la IU, “mientras Estados Unidos muestra su insolidaridad, toma medidas unilaterales y pretende utilizar las posibles curas al virus como forma de negocio, países como China o Cuba dan lecciones de solidaridad internacional”.
Valoran que en momentos tan graves “la comunidad internacional debe trabajar para que prime la salud y lo colectivo por encima de consideraciones individualistas”. En esta línea, entienden que el hecho de que “los intentos de propiciar cambios de gobierno en terceros países mediante la presión económica se hayan convertido en un factor de expansión del virus debería hacer reflexionar a la Unión Europea (UE) sobre su adhesión a estas políticas”.
En circunstancias como las actuales “mantener inamovibles las sanciones económicas son una forma de castigo colectivo contra los pueblos, lo que es contrario al Derecho internacional”.
Para Izquierda Unida, la política de sanciones impuestas por la Unión Europea y Estados Unidos contra países soberanos “siempre tiene como víctimas a sus pueblos. Sus consecuencias se dejan sentir especialmente entre las capas populares, que ven enormemente perjudicado su acceso a recursos materiales básicos. En medio de la pandemia del Covid-19 debe primar el bienestar de la mayoría por encima de los intereses geopolíticos de unos pocos”.
En Irán hay ya más de 18.000 personas afectadas por coronavirus y más de 1.200 muertes. Las sanciones que soporta el país “no solo tienen unas consecuencias económicas que dificultan la inversión del Estado en tratamientos y en prevención, sino que imposibilita la importación de material sanitario básico, que escasea. Esas mismas sanciones impiden que la población iraní pueda acceder a las ventas de ese material que realizan los productores internacionales, restringiéndose así el derecho humano a la salud”.
Las consecuencias también se sienten en sistemas sanitarios como el de Venezuela. Según un estudio del Centre for Economic and Policy Research de Washington, las sanciones habrían sido responsable ya de decenas de miles de muertes antes del estallido de la pandemia, por lo que también tendrán efecto sobre ella. Unas muertes perfectamente evitables si la sociedad venezolana hubiera podido acceder a medicinas y material médico en las mismas condiciones que cualquier otro país”.
“De ahí la reclamación del fin de estas sanciones -se recuerda-, igual que otras injustas como las de Nicaragua o el criminal bloqueo económico contra Cuba, que dura ya casi sesenta años y que ha endurecido la Administración de Trump. Además, especialmente importante es que se levanten las sanciones económicas de EE.UU y la UE contra Siria, que ahora busca acabar definitivamente con nueve años de guerra para iniciar un proyecto de soberanía, paz y reconstrucción”.