El coordinador federal de Izquierda Unida y ministro de Consumo, Alberto Garzón, ha considerado esta mañana que las reivindicaciones y movilizaciones que llevan a cabo desde hace meses los agricultores españoles son “legítimas e históricas” y que, entre las razones que las han provocado está la “simetría y correlación de fuerzas” tan desigual que existe en la cadena de valor que afecta a este sector.
En una entrevista en la Cadena Ser detalló que “tenemos pocas distribuidoras y muy grandes, que ocupan el mercado”, mientras que en lo que tiene que ver con los productores “con esa correlación de fuerza, cuando se negocian los precios los agricultores sufren y se hace inviable el sostenimiento”.
Garzón abordó el problema en positivo y manifestó que espera que las movilizaciones vayan remitiendo con el tiempo y que en España no ocurra como en Francia. Indicó que desde el Gobierno de coalición “vamos a ser capaces de atajar los problemas y responder a esas demandas”.
No obstante, explicó que no contribuye mucho que a nivel de Europa exista un claro problema de “cómo abordar la cuestión agraria”, además de que hay un “elemento estructural” en lo que ocurre.
A preguntas concretas sobre la Comisión Interministerial de Agricultura que presidirá hoy el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y a la que él acude en su calidad de titular de Consumo, Garzón comentó que la intención de todos es buscar “una solución para encontrar la respuesta justa”, teniendo en cuenta que las primeras medidas que se tomen para solucionar este grave problema “tienen incidencias en otros ministerios”.
Respondió también a cuestiones relacionadas con las últimas valoraciones del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, sobre este conflicto donde valoró que los colectivos agrarios ‘tienen razón’ y les animó a ‘seguir apretando’, lo mismo que ya hizo la semana pasada la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz.
Garzón aseguró que “entiendo el contexto en el que se han hecho; se ha hecho con el ánimo de no llevarnos a equívoco, de no decirles ‘mira, la solución es muy sencilla, quédense en casa’”. De ahí que consideró que “no se trata” tanto de alentar a las movilizaciones como de “responder a sus reivindicaciones” lo mejor posible.