El coordinador federal de Izquierda Unida y cabeza de lista al Congreso por Málaga de Unidas Podemos, Alberto Garzón, considera que la exhumación del dictador Francisco Franco y su salida del recinto público situado en el Valle de Cuelgamuros prevista para el próximo jueves no debería quedar en un “caso aislado”, ya que “quedan cosas por hacer” para poner “a nuestro país dentro de un paquete integral en el siglo XXI”. Eso sí, ha señalado que esta actuación es un paso que “nos acerca al estado de muchos países europeos que ya acabaron con muchas reliquias fascistas hace mucho tiempo”.
Durante su jornada de trabajo de hoy en Málaga y a preguntas de los periodistas, Garzón valoró que el traslado de los restos del sátrapa al cementerio de Mingorrubio en El Pardo “desgraciadamente llega más de 40 años tarde”, aunque es una medida “positiva” que debe hacerse “de la forma más rápida posible” para que sea “una reparación sin permitir alegorías fascistas que, desgraciadamente, existen en nuestro país”.
Recordó también a los medios andaluces presentes que en el Valle de los Caídos “quedan fascistas enterrados y quedan fascistas enterrados en nuestra tierra, en Andalucía”, como el teniente general fascista Gonzalo Queipo de Llano en Sevilla.
Además, dentro de las “muchas otras tareas que quedan por abordar” en materia de Memoria Histórica apuntó especialmente a las “miles de personas que hay en las cunetas, de muchos procesos que no han sido conocidos con detalle” y para los que aún “hace falta mucha reparación”.
Alberto Garzón señaló que la propuesta de Izquierda Unida en esta materia es muy clara. La plasmó en el Congreso en una Proposición de Ley Integral de Memoria Democrática y de Reconocimiento y Reparación a las Víctimas del Franquismo y la Transición “que rechazó el PSOE” y que era una ley de Memoria para “corregir los defectos de la de 2007 y que pudiera llevar a buen puerto pasar la página necesaria en nuestro país de una etapa terrible”.
Por otra parte, en relación a la escalada del conflicto político en Cataluña, el máximo responsable de IU insistió en su idea de que es un problema que “no se va a resolver por la vía judicial ni policial, se va a resolver específicamente por la vía política”. Por ello, consideró necesario que Pedro Sánchez, en su calidad de presidente del Gobierno en funciones “que nos representa a todos los españoles” debe “coger el teléfono” al president catalán, Quim Torra, “para decirle lo que sea, pero para abrir un cauce de diálogo”.
Recordó que a pesar de que él mismo pidió la dimisión de Torra la pasada semana “porque creemos que ha sido absolutamente incompetente en la gestión de lo que ha sucedido en Cataluña en los últimos días, sigue siendo presidente, para nuestro disgusto porque no opinamos que sea un buen presidente”.
Garzón valoró que para avanzar de forma positiva en este conflicto “lo que hace falta son dirigentes políticos que, en vez de mirar a las encuestas y a las siguientes elecciones, se pongan a mirar a las siguientes generaciones y piensen en cómo se crean las condiciones para que se obtenga una respuesta”.
Criticó que Pedro Sánchez esté “de campaña electoral” también en este asunto y lamentó que “este tipo de actitudes no son positivas”. De igual forma, denunció que el líder de Ciudadanos, Albert Rivera, actúa como un “incendiario” que lanza propuestas sobre Cataluña basadas “básicamente en una hiperexcitación para conseguir el voto ultra de cara al 10N”.
Alberto Garzón insistió en que el modelo de Estado de Izquierda Unida “se llama República Federal”, en la que “Cataluña esté dentro”, pero reconoció que “eso es la meta, es el objetivo para nosotros; antes hay que abrir relaciones y diálogo. Esto es algo que muchos dirigentes no han aprendido, ni en el independentismo ni en las derechas españolas”.