El coordinador federal de Izquierda Unida y ministro de Consumo, Alberto Garzón, hizia hecho hoy un llamamiento a todas las formaciones que componen el espacio del cambio de Unidas Podemos a “hacer una reflexión colectiva de cara al futuro para reforzarnos como un instrumento útil para mejorar la vida de las familias trabajadoras”. Garzón consideró que “si conseguimos hacer bien el análisis de la actual situación podremos constituirnos como la expresión de la mejor protección de la clase trabajadora y las clases populares”.
El máximo responsable de IU hizo una larga reflexión pública sobre lo conseguido hasta ahora, el presente y, sobre todo, el futuro de Unidas Podemos en el encuentro del espacio confederal del cambio celebrado esta mañana en Madrid bajo el lema ‘Caminando Juntas’, en el que intervino en abierto junto a la co-coordinadora de Catalunya en Comú y alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, y el secretario general de Podemos y vicepresidente del Gobierno, Pablo Iglesias. Él mismo calificó este encuentro de “hito importante” que “debe repetirse más” con la participación de todas las organizaciones que integran Unidas Podemos.
Recordó que frente a momentos no tan lejanos en los que “el suelo se movía bajo nuestros pies” ahora es imprescindible “ser hábiles para diagnosticar bien la situación y ser útiles a la sociedad”. Para ello, actos como el de hoy deben servir no solo para “hacer balance de los años precedentes”, sino para “hacer una reflexión colectiva para reforzarnos como instrumento de cara al futuro”.
Analizó que “vivimos tiempos de fractura social”, que se traduce en que “las sociedades occidentales llevan décadas sufriendo una globalización descontrolada que produce efectos sociales con consecuencias imprevistas”.
En esta línea, advirtió que una de las “victorias del neoliberalismo” ha sido “neutralizar el concepto de alternativa”, algo que poco a poco “se ha ido rompiendo gracias al despertar político de mucha gente”.
Alberto Garzón apuntó que es tiempo de “tener mirada larga” para ir más allá de la coyuntura política y ver como determinados procesos “como la automatización del trabajo” están “cambiando la vida de lo que se llamó clase media. Hoy una parte muy reducida se beneficia de los cambios, frente a otros sectores más amplios que se sienten amenazados en su realidad laboral y en su forma de vida”.
Alertó que mientras hay gente que se conciencia políticamente para tratar de evitar en positivo lo que ocurre “también hay sectores sociales que se ven empujados a defender posiciones ultranacionalistas y reaccionarias”, aunque avisó también que todo ello “no se puede reducir solo al concepto de fascismo”.
“Un espacio como el nuestro -enfatizó- debe hacer un buen análisis de esto. Si lo hacemos bien podemos constituirnos como la expresión de la mejor protección de la clase y las familias trabajadoras, y de las clases populares”, las mismas que “están bajo la amenaza de despidos, de explotaciones, de no poder constituir una familia o de emanciparse. Debemos ser capaces de construir un espacio político que canalice esa rabia y esa frustración”.
Sin renegar de la autocrítica, expresó no sin cierta ironía que “estamos muy acostumbrados a flagelarnos ante cualquier error, a dar mucha más importancia a lo que hacemos mal que bien, y debemos cambiar un poco eso”.
Destacó que “hay que creer también en lo que se ha hecho bien para valorarlo, mejorarlo y corregir lo que no esté bien”, sobre todo porque “tenemos derecho a equivocarnos, pero también el deber de corregirlo para que no se repita”.
Para Garzón, “la unidad es irreversible, no desde un punto de vista técnico, sino político. Hemos demostrado lo buen instrumento que es, aunque no sea la panacea, pero es mejor estar unidos en valores y principios”.
“La unidad -incidió- es una necesidad para ese sector mayoritario de la sociedad que está desprovisto de protección y que espera de nosotros alternativas”.
El coordinador federal de IU explicó que “debemos ser capaces de fortalecer una mayor coordinación, una mayor participación democrática, una mayor vinculación entre nuestras organizaciones. Permitamos que nuestras correspondientes militancias en los distintos territorios trabajen codo a codo porque, aunque con diferencias, pertenecen al mismo espacio o trinchera política”.
Alberto Garzón resumió todas estas ideas en un explícito “debemos dejar que crezcan esas raíces democráticas en nuestras organizaciones para que sea políticamente irreversible. Esto es solo el principio”.