Izquierda Unida advierte de que existe un “riesgo real” de que la XXV Conferencia del Cambio Climático de la ONU (COP25) que se desarrolla desde el lunes en Madrid “resulte finalmente un nuevo fracaso” y termine la próxima semana sin que “haber sentado las bases de manera efectiva, con medidas concretas y aplicables, para conseguir el cambio de modelo que se necesita para dar un giro radical a la devastadora realidad medioambiental que ya se sufre a diario a nivel mundial”.
“No se puede insistir únicamente -incide IU- en lo mal que va el planeta. Hay que actuar y hacerlo ya. Pero no parece que esta vaya ser la COP de la actuación, sino que puede ser otra más de mero trámite para el lucimiento de determinados dirigentes políticos o para que algunos Estados o incluso grandes compañías energéticas y multinacionales patrocinadoras en general traten de ‘blanquear’ las prácticas reales que ejecutan a diario”.
Izquierda Unida, que rechaza los “cambios cosméticos”, apunta que “en unos pocos días puede comprobarse como la sociedad civil y organizada a nivel internacional resulta que está más preparada y es más ambiciosa que sus propios gobernantes. La Contracumbre Social Alternativa, que ocupará cívicamente espacios públicos madrileños y que tendrá su punto de inflexión en la manifestación del próximo viernes 6, en el ecuador de la COP25, llama a rebelarse contra el sistema y pondrá en evidencia que sí existen propuestas realizables, con los pies en el suelo y mucho más ambiciosas que las oficiales”.
“Como hemos demostrado desde hace años, Izquierda Unida estará en las calles al lado de quienes han aceptado el reto de plantear propuestas y críticas responsables que superan de largo la tibieza de los gobiernos”, señala esta formación.
IU advierte de que “tratan de engañarnos quienes pretenden que la solución pasa por un ‘capitalismo verde’ donde sean las mismas oligarquías financieras y empresariales las que piloten el cambio. Este cambio debe ser estructural, sistémico, porque la emergencia climática así lo exige”.
La actuación pasa por “transformar el modelo productivo y de consumo. Debe haber un cambio económico y social, que pasa también por abordar una transformación industrial y tecnológica, una transición energética y variar sustancialmente el modelo de transporte, en la agricultura y los hábitos de consumo”.
Para llevarlo a cabo es imprescindible que “el Estado tenga un papel protagonista y pueda ponerse a la vanguardia de acciones concretas como la producción renovable, la eficiencia energética, la lucha contra la pobreza energética, el desarrollo del almacenamiento a gran escala, la rehabilitación de edificios o la reforma del mercado eléctrico”.
“Lo que se necesita es cambiar el sistema, no el clima, porque es el capitalismo depredador de recursos, expansivo y consumista el que choca con los límites biofísicos de la Tierra el que nos ha traído al abismo climático en el que nos encontramos”, apostilla IU.