En una pregunta parlamentaria, las eurodiputadas y eurodiputados de Unidas Podemos María Eugenia Rodríguez Palop, Sira Rego, Ernest Urtasun, Idoia Villanueva, Miguel Urbán y Manu Pineda señalan el “grave efecto inmediato” que tendrá en los productos agroalimentarios las políticas proteccionistas de EE UU, que avalado por la Organización Mundial del Comercio (OMC), publicó una lista con 150 productos procedentes de la Unión Europea a los que impondrá, a partir del próximo 18 de octubre, recargos por un valor de 6.800 millones de euros.
En el caso del Estado español, “sus exportaciones de vino, aceite de oliva, aceitunas y quesos alcanzan los 970 millones de euros anuales (unos 350 millones a EE UU), y las cifras son igualmente significativas en otros países de la UE”, por lo que “el sector agroalimentario paga los platos rotos de una guerra comercial que no ha iniciado, y sufrirá importantes consecuencias en empresas, trabajadores y territorios”.
Los eurodiputados y eurodiputadas de Unidas Podemos piden en esta pregunta los “datos exactos sobre el volumen de exportaciones agroalimentarias que puede verse afectado, la tipología de empresas afectadas, el impacto sobre las comarcas productoras y sobre el empleo”.
La presión que está ejerciendo el Gobierno de Trump sobre los productos de la Unión Europea no es nueva y forma parte de la guerra comercial entre EE UU y China. Uno de los países más afectados por el momento es España.
En julio de 2018, Washington aprobó subir los aranceles a la aceituna negra de mesa, una industria que solo en la provincia de Sevilla da trabajo a cerca de 10.500 personas entre puestos directos e indirectos. El efecto sobre estos productos se hizo notar de inmediato y en agosto de este mismo año las exportaciones a EE UU habían caído ya un 60%.
Ante este nuevo ataque a los productos agroalimentarios europeos, Unidas Podemos solicita al Ejecutivo comunitario que explique y ponga en marcha “un plan de contingencia de carácter compensatorio para los productores y territorios afectados”.
Además, preguntan a las autoridades comunitarias si, teniendo en cuenta la beligerancia que la Administración Trump está mostrando con los productos europeos, se plantean “reconsiderar sus alianzas comerciales a largo plazo con EE UU”.