El portavoz de Izquierda Unida en el Congreso y diputado por Córdoba en el Grupo Plurinacional Sumar, Enrique Santiago, ha calificado como “muy buena noticia” para toda la provincia cordobesa y para todo el sector olivarero andaluz, que el Congreso haya aprobado recientemente la iniciativa impulsada por IU desde su grupo parlamentario “para que tanto la Junta de Andalucía como el Ministerio de Cultura del Gobierno de España impulsen, junto a las organizaciones que ya lo están haciendo desde hace años, la candidatura de ‘Paisajes del Olivar en Andalucía’ como Patrimonio Paisajístico Mundial.
Durante la rueda de prensa que ha ofrecido en la Cooperativa Olivarera Germán Baena, en la localidad de Baena, en el marco de una intensa jornada de trabajo en la región, Santiago indicó que “este proyecto no solo busca defender el paisaje olivarero, sino garantizar la sostenibilidad social, medioambiental y económica de la producción del olivar, asegurando una continuidad económica para la región”.
Durante sus explicaciones sobre la iniciativa parlamentaria que firmaban él mismo y el coordinador general de IU Andalucía y diputado por Málaga, Toni Valero, subrayó el gran valor del trabajo milenario de los agricultores andaluces, cuya dedicación ha producido un aceite de oliva de “altísima calidad y gran valor comercial y alimenticio”. No obstante, advirtió sobre las “amenazas” que enfrenta este sector, especialmente en zonas como Baena, donde predominan los olivares en pendiente de uso tradicional.
“Es fundamental -dijo- poner límites a los cultivos superintensivos que destruyen el empleo, el suelo y la diversidad de variedades de olivo”. De ahí que la candidatura como Patrimonio Paisajístico Mundial pretende preservar la riqueza y diversidad del suelo, las distintas variedades de olivares, así como el patrimonio arquitectónico, arqueológico e inmaterial asociado a la producción olivarera.
Santiago valoró que si se consigue ese “reconocimiento” que defiende IU en el Congreso, siguiendo el camino pionero emprendido hace cerca de una década por organizaciones de agricultores, universidades y entidades no lucrativas, servirá para “proteger no solo el paisaje físico, sino también las formas tradicionales de trabajo y la generación de empleo, fundamentales para la riqueza de la sociedad”.
El portavoz parlamentario de Izquierda Unida detalló también que esta formación trabaja también para implementar desde el grupo parlamentario de Sumar iniciativas para conseguir “un etiquetado diferenciado para los productos del olivar que no proceden del cultivo superintensivo”.
“Queremos que los consumidores puedan elegir productos que cuidan el medio ambiente y generan empleo local”, resumió, además, de detallar que también se trabaja por una “revisión y modernización de los agroseguros” para lograr que se adapten a las verdaderas necesidades actuales de quienes de verdad se dedican y viven de la agricultura.
A preguntas de los periodistas, Enrique Santiago destacó la necesidad de que la Política Agraria Común (PAC) desde la Unión Europea (UE) “ayude y subvencione la producción real, no el territorio, ni la tenencia de suelo o la tenencia de olivos. Tiene que ayudar a las personas que con su trabajo obtienen una producción”.
Porque el dinero de la UE no está para “subvencionar por metros cuadrados, ni muchísimo menos. Esto lo hemos defendido desde siempre en Izquierda Unida y ahora también desde el grupo parlamentario de Sumar”.
Consideró que “hay que simplificar toda la burocracia”, de forma que “las ayudas sean accesibles para los pequeños productores, para las familias y para las cooperativas, y no solamente para los grandes fondos de inversión y para los negocios trasnacionales”.
Santiago concluyó reafirmando el compromiso de Izquierda Unida en la defensa y apoyo del sector olivarero y de la economía local: “seguiremos trabajando para construir políticas que beneficien a las producciones locales y garanticen una vida digna para nuestros agricultores y agricultoras”.