El próximo 18 de febrero tendremos una oportunidad para desalojar al Partido Popular de la Xunta de Galicia, después de que, en 2009, Alberto Núñez Feijóo lograra gobernar tras una campaña repleta de mentiras. Esta oportunidad merece una respuesta a la altura, por lo que desde Izquierda Unida apostamos por una candidatura conjunta de la izquierda transformadora que traduzca las preocupaciones reales de los gallegos y las gallegas en un gobierno de sensibilidad progresista y galeguista.
Catorce años después, con Núñez Feijóo instalado en una oposición destructiva en el Congreso de los Diputados, se abre una oportunidad para que la mayoría progresista y plurinacional que sostiene al Gobierno de coalición se abra paso también en Galicia. Una candidatura conformada por Esquerda Unida, Movemento Sumar y Podemos desde el respeto y el reconocimiento puede ser el revulsivo electoral que decante la balanza hacia la izquierda. Serán unas elecciones muy reñidas y el voto a la izquierda transformadora será la garantía para que el PP no pueda gobernar, ni en solitario, ni con la extrema derecha.
Galicia se encuentra sumida en una situación de estancamiento general. Tanto los servicios públicos como los sectores estratégicos de la economía están sufriendo un grave deterioro. Alfonso Rueda se dedica exclusivamente a gobernar para los más ricos. Sus regalos fiscales para los millonarios se han traducido en recortes de inversión para la Sanidad y la Educación Públicas, para el fomento del empleo o para un acceso digno a la vivienda. Un nuevo gobierno de Alfonso Rueda ni siquiera sería continuista con los de su valedor Alberto Núñez Feijóo porque sus planes serían aún más perniciosos para las familias trabajadoras galegas.
Con la marcha de Núñez Feijóo toca pasar página en Galicia y abrir una nueva etapa de cambio, de renovación y de avances. Con este propósito, Izquierda Unida y Esquerda Unida trabajaremos para conseguir el mejor resultado el próximo 18 de febrero.