El portavoz parlamentario de Izquierda Unida en el Grupo Plurinacional Sumar, Enrique Santiago, ha reclamado esta tarde en el Pleno del Congreso que “¡paren ya!” tanto a la ultraderecha de Vox como a sus socios de la derecha del Partido Popular, a los que ha exigido también que “dejen de deteriorar la democracia; sabemos que no la valoran, porque nunca lucharon por ella”, tras reprocharles que “están jugando con fuego”.
Santiago salía así al paso de lo que tachó como “desprecio al Estado de Derecho y a las normas constitucionales” de Vox, durante su intervención para explicar el voto negativo de su grupo a la proposición de la ultraderecha con el pomposo título de ‘para impedir que miembros del Gobierno o cualquier autoridad o funcionario, colaboren, negocien o pacten con prófugos o condenados por la justicia’.
Reprochó al partido de Santiago Abascal que su “estrategia” pase, sencillamente, por “enfrentar a los españoles y españolas con violencia y desordenes públicos” y “acabar con la convivencia pacífica construida por las fuerzas e ideas democráticas con las que arrojamos a la dictadura al basurero de la historia”.
“Señores y señoras de Vox -advirtió con firmeza-, dejen de atacar la democracia y de organizar golpes de Estado al dictado del PP. Pongan fin, unos y otros, a su política de degradación de la vida política española, dejen de sembrar odio y de incitar al enfrentamiento entre españoles”.
Enrique Santiago comenzó su discurso dejando claro a quienes presumen de ‘constitucionalistas’ que precisamente el artículo 6 del texto constitucional “sitúa el pluralismo y la participación política como centro de nuestra democracia y Vox, de forma reiterada, pretende acabar con el pluralismo político. Han sido ya dos veces que han propuesto ilegalizar a los partidos que no piensan como ellos”.
Explicó que con su iniciativa intentan atacar directamente “a la vicepresidenta Yolanda Díaz”, y eso por parte de un partido que “ha ignorado leyes y sentencias de los tribunales cuando le ha interesado, por ejemplo manteniendo como vicepresidente y portavoz de Exteriores a un condenado por el Tribunal Supremo, o como portavoz parlamentario a un condenado por la Audiencia Provincial de Madrid”.
El mismo partido de extrema derecha que “transfiere millones de euros de subvenciones electorales a fundaciones opacas y tiene la desfachatez de presentar una proposición reivindicando, literal, que: ‘El Estado de Derecho debe ser regido por la ley como valor supremo’. Consejos vendo, que para mí no tengo”, exclamó tirando de refranero entre aplausos.