El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha abogado esta tarde por respaldar la creación de un nuevo Gobierno progresista de coalición que “pueda continuar con aquello que se ha estado haciendo bien” durante los últimos cuatro años, pero ha avisado que ese Ejecutivo de izquierdas debe ser capaz también de “corregir aquello que nos ha dejado débiles y vulnerables ante la amenaza de un gobierno de la derecha y la extrema derecha”.
Garzón ha hecho esta valoración durante la presentación de su Informe Político en la reunión telemática de la Coordinadora Federal de IU, su máximo órgano de dirección y decisión. Indicó que “creemos que esta investidura es necesaria y proponemos el voto favorable”, Por ello también, propuso formalmente “someterlo a consulta de nuestra militancia para que pueda expresarse en los términos que le parezca oportuno sobre la necesidad o no de que este Gobierno salga adelante con esta investidura”.
“Es la militancia -destacó- quien debe decidirlo, porque así lo hemos considerado siempre en Izquierda Unida, porque tenemos una cultura política profundamente republicana”.
El máximo responsable de IU incidió en que este republicanismo “no solo se visualiza en los gestos y en los símbolos relacionados con la jefatura del Estado, como hemos podido ver hace unos pocos días (en referencia a su ausencia como ministro y la de los/as parlamentarios/as de esta formación en la jura de la Constitución de Leonor de Borbón), sino que tiene que ver con unos principios y unos valores, y una forma de entender las instituciones democráticas, con mayor participación y mayor implicación de la ciudadanía”.
Garzón detalló a los/as miembros de la Coordinadora Federal que “como dirección de IU traemos hoy la solicitud de que se avale el voto favorable a la investidura del candidato Pedro Sánchez, para que de esa manera pueda arrancar un Gobierno de coalición”. Ese nuevo Ejecutivo es el que “debe continuar con aquello que ha servido para proteger a las familias trabajadoras, de lo que nos sentimos especialmente orgullosos”.
No obstante, recalcó la idea de que “hay que entender que si hemos estado a punto de perder la posibilidad de seguir en una agenda transformadora es porque hay muchas tareas que no se han realizado” como, por ejemplo, en temas de vivienda, pero también con muchos otros aspectos programáticos que “llevaron a mucha gente a creer que un gobierno de derecha y de extrema derecha era una mejor opción”, ha advertido.
Recordó que “hemos conseguido que no prosperase la investidura del candidato de la derecha y de la extrema derecha, el señor Feijóo, y ahora estamos en los últimos impases de lo que parece que será una investidura que sí contará con los apoyos suficientes”.
Valoró que la investidura del candidato Sánchez “contará con el apoyo de una mayoría absoluta del arco parlamentario, demostrando que la democracia funciona con estos procedimientos”. Eso sí, denunció que esto ocurre así “aunque haya intereses por parte de la derecha reaccionaria en diferentes instancias, la social, la cultural, la política parlamentaria, pero también como estamos viendo, la instancia judicial”, en referencia a las maniobras de los /as vocales conservadores del Consejo General del Poder Judicial que siguen firmes al servicio de los intereses partidistas del PP, que les mantiene en su puesto irregularmente con el mandato caducado hace ya cinco años.
A pesar de estos claros ejemplos de “desprecio a los mecanismos democráticos”, Alberto Garzón considera que “se va a abrir camino una mayoría parlamentaria que esperemos sea lo más sólida posible para empezar a resolver algunos problemas no abordados y continuar con la resolución de muchos otros que ya lo fueron”.
El coordinador federal de IU no quiso presentar un camino de rosas, mi mucho menos, y por ello no eludió apuntar que en el acuerdo firmado la semana pasada entre Sumar y el PSOE “hay algunos elementos importantes para nosotros/as que no han sido incluidos”.
“Algunos tienen que ver con la política internacional -especificó-, como lo relacionado con la situación del Sáhara, o aspectos que tienen que ver con los servicios públicos, como todo lo relacionado con la educación pública. Todo ello tiene que ser corregido a lo largo de la legislatura si conseguimos que se inicie con esta investidura”.
Vaticinó que “vamos a tener que caminar en un contexto parlamentario complicado”, aunque dijo también que esto mismo “puede convertirse en una virtud, porque la democracia consiste en negociar, en entenderse con el que piensa diferente y la democracia nos puede permitir encontrar caminos que resuelvan problemas que llevan mucho tiempo instalados en nuestra sociedad”.
Para Garzón, la derecha y la extrema derecha “quieren situar exclusivamente los problemas en una cuestión de identidad nacional”, mientras que para Izquierda Unida “siendo eso importante, no agota la política en España. Hay otras cuestiones que son para muchos ciudadanos más importantes, como las que tienen que ver con los precios, los salarios, la vivienda, los servicios públicos, y todo eso un Gobierno progresista lo tiene que tener siempre en el norte de su brújula”.