Ante la declaración de estado de guerra por parte de las autoridades israelíes por primera vez desde 1973, recordamos el derecho a la resistencia mediante todos los medios a su alcance que tienen los pueblos bajo ocupación, tal y como le ocurre al pueblo palestino desde hace 75 años.
La ocupación israelí ha impuesto un bloqueo por tierra, mar y aire sobre la Franja de Gaza desde el año 2007 que ha generado una situación de emergencia humanitaria. Gaza es un territorio de dimensiones reducidas donde se hacinan 2.4 millones de personas y que ya ha sido declarado por la ONU como ‘inhabitable’ por la imposibilidad de acceder a recursos básicos para la vida.
Hoy, en un marco caracterizado por el incremento de la violencia de la ocupación en el conjunto del territorio palestino y los intentos de las autoridades israelíes de normalizar sus relaciones con terceros países, se ha lanzado un ataque contra poblaciones israelíes limítrofes con la Franja.
El ejército israelí ya ha puesto en marcha nuevos ataques aéreos sobre la Franja de Gaza que son una nueva violación del derecho internacional y las resoluciones de la ONU. La única solución al conflicto entre Palestina y Israel es que la comunidad internacional garantice el cumplimiento por Israel de las distintas resoluciones sobre territorios ocupados que lleva incumpliendo sistemáticamente, garantizar el derecho de Palestina a ser un Estado soberano e independiente y poner en marcha de inmediato un proceso de paz que garantice el final del conflicto armado.
Por ello, frente a las declaraciones que ya justifican un nuevo ataque a gran escala, reafirmamos nuestra solidaridad con las palestinas y palestinos que cada día resisten la ocupación, el apartheid y el exilio.