El portavoz parlamentario de Izquierda Unida y diputado de Sumar, Enrique Santiago, ha tirado esta mañana de realidad y de lógica para rebatir el ofrecimiento hecho por el líder ultraderechista, Santiago Abascal, de regalar al Partido Popular el voto de sus 33 diputados para tratar de evitar que gobiernen lo que para él son los ‘enemigos de España’. En declaraciones en el Congreso, Santiago aseguró que “la realidad es la que es, el Partido Popular no tiene más aliados, nadie le coge el teléfono al PP porque ha supeditado sus políticas a las de la ultraderecha y, a su vez, la ultraderecha lo que está propiciando es acabar con los derechos y libertades fundamentales que tanto esfuerzo han costado construir en este país”.
Frente a ello, recordó que lo que están haciendo formaciones como Izquierda Unida o la coalición Sumar es simplemente “defender la democracia, y eso es incompatible con un gobierno de la derecha apoyado por la ultraderecha”.
El diputado de Sumar por Córdoba, que hoy acudió al Congreso para tramitar formalmente su acreditación como diputado para la XV Legislatura que arrancará la semana próxima, preguntado en concreto por los/as periodistas sobre si cree que el PNV podría cambiar de opinión sobre no apoyar a la derecha española de Núñez Feijóo, indicó que “desconozco lo que pueda hacer el Partido Nacionalista Vasco, pero dudo que ninguna fuerza democrática vaya a estar sustentando a un gobierno apoyado por la ultraderecha”.
Enrique Santiago utilizó un tono muy claro y explicativo para exponer que “lo primero que hay que decir es que la derecha no tiene mayoría para gobernar. El resultado de las urnas ha sido muy claro, por mucho que se ofrezca el Vox del señor Abascal al señor Feijóo. No tienen suficientes escaños ni el apoyo suficiente en una democracia parlamentaria para formar gobierno, y eso es una realidad que en absoluto cambia por las condiciones que se ofrezcan”.
Además, recordó el “espectáculo” que “estamos viendo con los pactos entre PP y Vox” a nivel autonómico, algo que cree “ha alarmado lo suficiente a la ciudadanía en este país para rechazar que se produzca cualquier acuerdo que pudiera posibilitar algún tipo de gobierno conjunto” a nivel estatal.
Incidió en que “ya hemos visto lo que ha pasado en la Comunidad Valenciana, en Extremadura, lo que está ocurriendo estos días en Aragón; esos acuerdos contienen restricciones constantes de derechos fundamentales”.
Sobre la última propuesta de la ultraderecha al PP, Santiago comentó que “es llamativo que Vox haga este ofrecimiento argumentando que es la única forma de garantizar que quedan fuera del Gobierno los ‘enemigos de la Constitución’”.
“Vox -apostilló- no respeta la Constitución. No respeta el artículo 14, que mandata la igualdad de todos los españoles y españolas sin ningún tipo de discriminación. Cuando Vox niega las políticas contra la violencia machista o los derechos de los colectivos homosexuales LGTBI en general, violenta ese principio de igualdad”.
Amplió esta idea y dijo que el partido de Abascal “también violenta el artículo 16 de la Constitución, que habla de la pluralidad política, con sus esfuerzos y solicitudes constantes para ilegalizar partidos políticos legales, que mantienen las posiciones ideológicas que creen convenientes. Además, Vox pretende eliminar nada más y nada menos que un título entero de la Constitución, el Título VIII, que habla sobre el modelo territorial del Estado”.
“Vox no es un partido constitucionalista -resumió Santiago-, de hecho sus fundadores proceden de una tradición política que no solo nunca votaron a favor de la Constitución, sino que violentaron la Constitución democrática de la Segunda República, y justifican esa vulneración incluso con el alzamiento nacional”, producido en 1936 y que desembocó en la Guerra Civil.