El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha denunciado hoy que “al PP no le importa ni la verdad, ni los hechos, ni los datos empíricos, ni siquiera su propio programa electoral, lo único que le importa es utilizar cada oportunidad para tratar de acabar con este Gobierno de coalición”.
Durante la presentación de su informe de coyuntura política al inicio de la reunión de la Coordinadora Federal de IU -el máximo órgano de dirección entre asambleas que se celebra este sábado en Madrid- Garzón advirtió en alusión al partido que lidera Alberto Núñez Feijóo que “la derecha en nuestro país se ha radicalizado muchísimo”. Aclaró que mientras algunos prefieren hablar de “polarización”, en realidad “no es verdad que se hayan desplazado tanto el polo de la izquierda, muy a la izquierda, como el de la derecha, muy a la derecha”.
Insistió en que la “estrategia” de los máximos responsables del PP “es únicamente acabar con este Gobierno, independientemente de la coherencia interna que ellos puedan tener o de que estén en privado de acuerdo o no con nuestras propuestas políticas”.
El también ministro de Consumo lamentó que “una parte no menor de la sociedad ha asumido y se ha creído esas proclamas hiperbólicas y exageradas de la derecha radicalizada contra este Gobierno”.
Puso como ejemplos prácticos y recientes de esta actuación de la “derecha radicalizada” su afán por “torpedear los fondos europeos” o como se han posicionado en contra de la recientemente aprobada reforma de las pensiones “diciendo que no están bien hechos los cálculos, cuando están ratificados por quien hasta ahora había sido una sacrosanta institución para el Partido Popular, la Comisión Europea”.
Valoró que “la beligerancia de la extrema derecha y la derecha radical se ha propulsado desde 2018 y, especialmente, desde la conformación del Gobierno de coalición, por las barbaridades discursivas de sus líderes”.
Recordó cómo conceptos como ‘gobierno ilegítimo’ o ‘gobierno traidor’ “han dejado huella y han crispado la política”. Además, “se ha intentado deshumanizar a las personas que estamos en el Gobierno de coalición y a quienes representamos determinadas posiciones políticas”.
Garzón ha apuntado también a los/as miembros del máximo órgano de dirección de IU que la “estrafalaria moción de censura” celebrada hace apenas unos días en el Congreso ha servido al menos para mandar un “mensaje político, el de la fortaleza del Gobierno”, pero también para “conocer la verdadera estrategia de la derecha radical y de la extrema derecha en nuestro país”.
El ministro de Consumo señaló que en la primera moción de censura presentada por Vox en plena pandemia “Pablo Casado, el Partido Popular, voto en contra” y hasta “tuvo algunos pasajes con cierto sentido común e, incluso, con cierta raigambre democrática”, algo que “desapareció en esta segunda moción”, ya que la formación de Feijóo “no solo se ha abstenido, sino que sus intervenciones han estado basadas en el mismo planteamiento que hacía la extrema derecha”.
Utilizó como contrapunto que el Gobierno de coalición “al que muchos daban muy poquito tiempo de vida”, afronta con optimismo este último año de legislatura. Destacó que “lo más importante es el cambio de paradigma que se ha producido en la orientación de la política económica”, y lo explicó.
“Hasta hace poco -dijo- conceptos como reforma laboral o reforma de pensiones eran sinónimo de recortes en derechos laborales, en las pensiones o en las conquistas conseguidas durante décadas por parte de la clase trabajadora”, porque “hasta ahora todas las crisis y cambios se afrontaban desde el paradigma que resumimos como neoliberalismo, aunque sea más complejo”.
Por el contrario, este Gobierno, que “ha tenido que afrontar muchas dificultades” en sus tres años de existencia, “ha conseguido que la reforma laboral empujada por la ministra de Trabajo y compañera, Yolanda Díaz, signifique reforzamiento de la negociación colectiva, reforzamiento de la capacidad de la clase trabajadora para organizarse, mejora de los salarios y de las condiciones laborales”.
Algo parecido sucede con la reforma de las pensiones “que no va al gasto para ajustar los desequilibrios, sino que va a los ingresos. Tiene un componente progresivo y coherente con un mantenimiento del Estado social y de un proyecto que combate la desigualdad, la pobreza y todas las desigualdades que se generan en los servicios públicos”.
Alberto Garzón se felicitó por el hecho de que el Gobierno de coalición “haya cumplido con lo que prometía” cuando se formó y que haya pasado lo mismo con uno de los principales objetivos que se marcó Izquierda Unida con su participación en Unidas Podemos en las pasadas elecciones generales: “que la siguiente crisis que hubiera, y no sabíamos lo que iba a pasar, no la volviera a pagar la clase trabajadora”.