El diputado de Izquierda Unida por Cádiz, José Luis Bueno, ha advertido hoy en el Pleno del Congreso que la ultraderecha de Vox oscila “entre planteamientos económicos de principios de los 2000 y, en algunos casos, de 1939”, mientras “ya no sabe qué hacer para hacerse notar”, como se verá la próxima semana con su simulacro de moción de censura.
Bueno desarrolló estos argumentos como portavoz del rechazo de Unidas Podemos a la
enmienda de totalidad de devolución de la ultraderecha al proyecto de ley de creación de la Oficina Española de Derechos de Autor y Conexos.
“Esta enmienda -detalló- refleja dos cuestiones, la primera, que Vox ya no sabe qué hacer para hacerse notar y el martes vamos a tener el ejemplo máximo, con una moción de censura que no va a ningún lado y con la que vamos a estar aquí dos días la mar de agradables, pero podríamos estar haciendo otras cosas de provecho para el país y no escuchando discursos sin sentido”.
“Y la segunda -cerró su argumento- es que para la gente de este país que se cumpla el acuerdo de gobierno entre el Partido Socialista y Unidas Podemos es lo mejor que podemos hacer”. A su juicio, “cuanto más avancemos en ese cumplimiento más vamos a garantizar la protección de las clases populares, los derechos laborales, feministas, animalistas, el acceso a la vivienda u otros múltiples derechos que están ahí”.
Entrando en materia, el parlamentario andaluz de IU explicó que esta Oficina Española de Derechos de Autor y Conexos “es un compromiso recogido en el acuerdo de gobierno que supone un avance en esta materia para los autores y autoras, creadoras de contenido”.
Expuso que este organismo “tiene como objetivo llevar a cabo toda la actividad que le corresponde a la Administración General del Estado en este ámbito de protección de derechos de autor y, además, encargarse de ‘impulsar y ejecutar’ toda la nueva política que venga en esta materia”.
“Estamos aquí -resumió- porque a Vox no le gusta esta oficina, no le gusta el nombre, cree que hay que llamarla de ‘propiedad intelectual’ y, según se desprende de los folios de su enmienda, porque supone despilfarro y burocracia a lo que ya hay”.
Fue aquí donde Bueno se empleó a fondo para desmontar la hipocresía del partido de extrema derecha socio del Partido Popular de Alberto Núñez Feijóo en algunos territorios. “Leyendo la enmienda -dijo- me ha resultado extraño que a Vox no le guste el despilfarro y la burocracia viendo lo que han hecho cuando han tenido oportunidad de gobernar en algún sitio, como en Castilla y León”.
Recordó que allí “se han quedado con una vicepresidencia del Gobierno que no tiene funciones ejecutivas, donde Vox se gasta casi 1,2 millones de euros en personal para gestionar apenas 100.000 euros de presupuesto”, antes de apostillar con ironía que “entiendo que burocracia habrá poca, porque el señor vicepresidente de Castilla y León hace poca actividad”.
El portavoz de Unidas Podemos en este debate no se olvidó tampoco del líder de Vox, Santiago Abascal, cuando comentó que choca con sus supuestas denuncias de despilfarro y burocracia si se recuerda “a la Fundación para el Mecenazgo y Patrocinio Social, que es donde Esperanza Aguirre enchufó digitalmente, es decir, a dedo, al señor Abascal con casi 200.000 euros de sueldo”. Se mostró sorprendido de que nunca se haya sabido “a qué se dedicaba porque durante los años que fue director de esta fundación no se le conoce actividad a la misma. Por eso los argumentos de despilfarro y burocracia chocan viniendo del grupo del que vienen”.
Bueno apuntó que oficinas de este tipo “existen en otros países de nuestro entorno de la Unión Europea y en Estados Unidos. Lo que se busca principalmente con la ley es actualizar el marco estatal para que responda a los nuevos fenómenos con los que nos encontramos”.
Insistió en que el argumento del despilfarro “no se sostiene porque el impacto que va a tener en los Presupuestos Generales del Estado es nulo o prácticamente nulo, no afecta al equilibrio presupuestario y no requiere de dotaciones adicionales. Lo que hay únicamente es que Vox sigue empeñado en abanderar discursos que nadie se cree, en este caso el discurso de la austeridad neoliberal, que ya ni los conservadores británicos siguen”.
“Si Vox quiere seguir empeñado en un planteamiento económico de principios de los 2000, muy bien. En el debate anterior hemos visto que en otros aspectos están en 1939″, denunció.
Explicó también que en estos últimos años todo lo que tiene que ver “con la propiedad intelectual ha experimentado unos cambios constantes” y puso como ejemplo a “Internet, YouTube, las redes sociales, las plataformas de vídeo bajo demanda, e incluso hablaría de las nuevas inteligencias artificiales que son capaces de crear contenidos y obras. La Administración debe responder frente a eso legislando para adaptar, corregir o mejorar la respuesta que hay que dar a esos fenómenos”.
“Y si la Administración debe responder y los consumidores nos hemos adaptado, también deberían responder las entidades de gestión, que son las que más pegas han puesto a este proyecto”, declaró.
Además, todo ello ha demostrado también que “las personas consumidoras estamos dispuestas a remunerar a los creadores si se hace de forma justa, a un precio asequible y de una manera que podamos acceder fácilmente. El acceso a contenidos de manera ilegal ha descendido, precisamente, cuando la industria se ha adaptado a ofrecerlos de manera fácil, asequible y con calidad”.
Y José Luis Bueno concluyó con un consejo muy claro: “Utilicemos nuestro tiempo aquí para que, frente a quienes solo tienen un proyecto excluyente y solo quieren el ‘no por el no’, trabajar para avanzar hacia más derechos, más cumplimiento del acuerdo de coalición progresista y seguro que la puerta de esta institución permanecerá muchos años cerrada a la extrema derecha”.