El portavoz parlamentario de Izquierda Unida y portavoz adjunto de Unidas Podemos, Enrique Santiago, reitera el “total respaldo” de su grupo parlamentario a las reivindicaciones de las víctimas, familias y asociaciones que exigen la aprobación de la Ley de Bebés Robados en esta legislatura, entre otras cuestiones, porque la norma supone “una obligación ética, política, jurídica e histórica”.
Santiago señala que “mantenemos, pese a todas las circunstancias, nuestro impulso al desarrollo legislativo de esta ley para que pueda completar y desarrollar nuestra legislación en materia de derechos humanos inviolables lo antes posible. Es imprescindible que se apruebe en esta legislatura”.
El portavoz adjunto de Unidas Podemos, que esta mañana ha participado en una concentración a las puertas del Congreso para respaldar la ley, “lamenta profundamente” y no ve “ningún sentido” en el largo retraso que arrastra la tramitación de la proposición de ley que entró en la Cámara Baja a comienzo de la actual legislatura. Responsabiliza que no haya podido pasar la fase de enmiendas y llegar a Pleno “a la falta de interés demostrada por el PSOE para impulsarla en todo este tiempo, a lo que se suma el absoluto desprecio de la derecha del PP y de la extrema derecha hacia cualquier tema de esta naturaleza dada su estrecha manera de entender la democracia”.
“Queremos que la Ley de Bebés Robados salga adelante muy especialmente también porque es una propuesta que impulsa la sociedad civil con claridad y cargada de razones, y a la que algunos grupos venimos respaldando con rotundidad desde legislaturas anteriores” para abordar el robo de bebés durante el franquismo y los primeros años de la democracia.
Enrique Santiago pone también en valor “los avances que se han logrado con mucho esfuerzo a través de la Ley de Memoria, que ha entrado en vigor esta misma semana. En ella se incluyen como víctimas a las familias de los bebés robados”.
“Eso sí, ahora falta todavía que la justicia haga su trabajo y que los jueces se impliquen de forma decidida para acabar de una vez con la impunidad en la que se mantienen a día de hoy la mayoría de estos delitos de lesa humanidad, que no prescriben, y cuya comisión llegó a mantenerse incluso en los primeros años de democracia”.
El portavoz parlamentario de IU destaca el robo de bebés como uno de los “grandes problemas de impunidad” que se arrastran desde la dictadura franquista hasta hoy, que se concibió en su origen “como una forma de represión política y que luego derivó en un negocio para algunos, y cuya persecución nunca ha sido atendida como merece”.