El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha reclamado hoy a toda la izquierda, especialmente a la izquierda transformadora de la que forma parte IU, “estar a la altura de las circunstancias” para, entre otras cuestiones, “proporcionar instrumentos a la ciudadanía para que vean que la política es útil”, que sirve por ejemplo “para subir los salarios, para proteger su poder adquisitivo, para vivir mejor”. Considera que esto no solo es una “obligación”, sino la mejor forma de enfrentarse a “los ascensos de las extremas derechas que vemos en toda Europa”.
El máximo responsable de IU y ministro de Consumo apuntó durante su primera intervención al comienzo de la reunión telemática de la Coordinadora Federal -máximo órgano ejecutivo de dirección- que se celebra hoy que “nuestra izquierda debe ser capaz de navegar todas estas dificultades y proporcionar instrumentos de organización y fuerza política para ser útiles”.
Aunque reconoció los problemas a los que hay que enfrentarse, dijo que “si lo conseguimos estoy seguro de que los hitos electorales saldrán bien; pero necesitamos plantear ese escenario, un escenario en el que se abre todo, de dificultad pero también de innovación política”.
En este sentido, destacó las “nuevas formas de pensar la realidad política” que se están creando, en las que IU tiene una notable participación, ya que “con la cultura política de Izquierda Unida, con más de 30 años de experiencia y con formaciones políticas en nuestro seno aún con más experiencia, tenemos que ser capaces de proporcionar una salida”.
“Esto debemos concretarlo también en el ámbito de las elecciones autonómicas y municipales a efectos de las distintas candidaturas y de los espacios políticos en los que nos situemos”, apostilló.
Garzón analizó en la exposición de su informe de coyuntura política que de la misma manera hay que actuar para “mejorar las condiciones laborales, la subida del Salario Mínimo (SMI) y las condiciones salariales de las familias para que puedan seguir defendiéndose de la inflación”.
Analizó que “no debemos hablar del ‘fin de la abundancia’ en el sentido que lo planteaba Macron” sino, por ejemplo, como “el fin de la energía barata debida a los combustibles fósiles, una realidad evidente pero que no es solo coyuntural debido a la guerra en Ucrania, sino que tiene que ver con la limitación de recursos naturales”.
Indicó que “todas las medidas de ahorro energético que se ponen en marcha deben entenderse también como estructurales y dentro de la nueva lógica de una mayor redistribución, una mayor justicia social, de vivir dentro de los límites del planeta proporcionando a toda la ciudadanía unos mínimos sociales indispensables para poder desarrollar una vida digna”.
“Este nuevo paradigma -destacó especialmente- es al que tenemos que abrir camino para cambiar el modelo de producción y consumo capitalista, que ha demostrado ya ser insostenible en términos sociales, medioambientales y políticos”.
Alberto Garzón considera que la izquierda debe aceptar estos retos sin dudarlo porque “vamos a ver cómo estos planteamientos se abren camino”, aunque “en un contexto muy difícil, que junta muchas crisis de distinta naturaleza y sobre las que no está claro cómo son metabolizadas políticamente por la ciudadanía”.
“Estamos en un contexto difícil -señaló sin ocultar la realidad-, van a ser un otoño y un invierno difíciles para las familias trabajadoras y, por lo tanto, también para la izquierda”. Sin embargo, es también un contexto “que ofrece oportunidades para explicar que nuestras medidas, rechazadas hace 20 años, ahora se abren camino porque nuestro diagnóstico era correcto y nuestras soluciones también lo son”.