El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha apuntado hoy que el problema del Partido Popular no era únicamente cuestión “de liderazgo”, sino más bien de su “absoluta tolerancia con las políticas xenófobas, racistas y clasistas propias de la extrema derecha española”. De ahí que haya advertido sobre el grave peligro que conlleva que mientras hay quiénes “lo han vendido como el ‘moderado Feijóo’, este se ha estrenado abriendo la puerta a las políticas machistas, xenófobas y racistas en un gobierno (el de Castilla y León), y esto es sumamente perjudicial para las familias trabajadoras y la democracia”.
Garzón inició así esta mañana la intervención con la que inauguró la Conferencia Interparlamentaria que Izquierda Unida celebra todo el día en el País Valencià. Le acompañó en este comienzo como anfitriona Rosa Pérez Garijo, coordinadora de Esquerra Unida del País Valencià (EUPV) y consellera de Participación, Transparencia, Cooperación y Calidad Democrática de la Generalitat valenciana. En la reunión están presentes los/as representantes de esta formación en los parlamentos autonómicos, el Congreso, el Parlamento Europeo, así como dirigentes municipales en la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP).
El máximo responsable de IU decidió empezar su análisis político con Alberto Núñez Feijóo y el liderazgo que ya ejerce en el PP incluso antes de que se celebre en abril su congreso extraordinario, tras ayudar a la traición y a sacar de la cúpula del partido a Pablo Casado, una vez confirmada la composición del nuevo Gobierno de Castilla y León. Este hecho “muestra por dónde va la dinámica de la política nacional en este momento” y “el problema de ideología, más que de liderazgo, en la relación del PP con la extrema derecha”, insistió.
Garzón advirtió también de que la “siguiente estación electoral será Andalucía”, donde “está claro que Moreno Bonilla se mira en el espejo de Castilla y León”, por lo que resulta fundamental “frenar al PP”, para que no repita el “tándem” con la extrema derecha de Vox, ya que “ahora mismo funcionan en tándem, funcionan de manera cooperativa”.
“Tenemos que evitar todo lo posible que sea el siguiente espacio donde las políticas xenófobas, racistas y machistas de la ultraderecha tengan acceso al gobierno”, destacó.
Incidió también en cómo “incluso en la familia conservadora europea se les está tirando de las orejas por vulnerar lo que en otros países con mayor tradición democrática es algo que está prácticamente prohibido. En Alemania o en Francia no se entiende esta colaboración de la derecha conservadora con la ultraderecha que defiende estas políticas radicales frente a los derechos humanos”.
Avisó del “peligro” que tiene que “este modelo de Castilla y León se extienda por nuestro país, y ello nos obliga a insistir en nuestro proyecto político para hacerle frente”.
El también ministro de Consumo valoró que vivimos un “momento intenso y complejo” que “debemos analizar con mucha profundidad para poner en marcha nuestra propuesta y proyecto político, también desde el punto de vista institucional”.
Destacó la trascendencia de la Conferencia Interparlamentaria de hoy y de sus participantes para “poner en valor el peso que tiene Izquierda Unida, su valor e importancia, así como la implantación territorial de una organización como la nuestra con más de 35 años de historia y mucho que decir en este presente”.
Alberto Garzón incluyó también en su análisis político de apertura de la jornada alguna de las decisiones que ha decido tomar ahora la Comisión Europea para paliar las consecuencias económicas y sociales tras la invasión de Rusia a Ucrania. Calificó como “necesaria y útil” la medida de topar los precios de la energía para que el gas no sea el que marque el precio de todas ellas. Recordó que es algo “que pedimos hace muchos meses y que se nos dijo que era imposible”, por lo que criticó que “sabíamos que estábamos ante un problema de voluntad política, y no de problemática técnica”.
“Lo que antes era imposible, ahora sí es posible”, lamentó, y apuntó que “han tenido que cambiar las condiciones y los contextos para que exista ahora una voluntad política que si hubiera existido hace meses habría facilitado la vida a las familias trabajadoras, abaratando los precios de la energía, y también el trabajo de los gobiernos nacionales ante estas situaciones”.
Para el ministro y líder de IU, “esto debe servir de ejemplo para ser más audaces y más ambiciosos, para iniciar políticas más aceleradas de transición ecológica en particular, y para entender que la prioridad debe ser mejorar las condiciones de vida de las familias trabajadoras, que se van a ver afectadas por la invasión de Rusia sobre Ucrania”.
Destacó que “la reivindicación histórica y el ‘programa, programa, programa’ que Izquierda Unida defiende” desde las diferentes instituciones donde tiene representación “están llenos de propuestas que se podrían aplicar desde hoy mismo”. “Solo hace falta -dijo- esa voluntad política desde los espacios correspondientes para ponerlas en marcha, entre ellos la Comisión Europea o el Gobierno de España, para mejorar así las condiciones de vida de las familias trabajadoras, que debe ser la prioridad”.
Para Garzón, el ataque de Rusia a Ucrania “va a cambiar muchos aspectos, no solo en el ámbito geopolítico, sino del mundo en el que vivimos”, lo que “nos obliga a condicionar nuestra propuesta a esta realidad. Ahora mismo necesitamos dar certezas, dar seguridad, tranquilidad y estabilidad a las familias trabajadoras, y eso se hace con políticas que están en nuestros programas para defenderlas”.
“Solo así -apostilló- se podrá evitar también la entrada de esas fuerzas ultraconservadoras y ultrareaccionarias en los gobiernos de la mano del Partido Popular”, algo en lo que “Izquierda Unida tiene mucho que aportar para solucionarlo, con su bagaje, experiencia y sus más de 35 años de historia”.
Alberto Garzón animó a “ser valientes, ser audaces y, sobre todo, acertar”, ya que “en estos periodos de interregno los riesgos políticos y sociales existen, y la lucidez colectiva que ofrece una organización diversa, heterogénea y enormemente rica en pluralidad como Izquierda Unida nos puede permitir enfrentar todos esos riesgos y poder ser reconocidos por la gente normal y trabajadora de nuestro país como un instrumento de protección, de avance social y de freno, al mismo tiempo, a las políticas reaccionarias”.
Rosa Pérez Garijo
Rosa Pérez Garijo, por su parte, dio la bienvenida a todas las personas participantes en la Interparlamentaria de IU y destacó la importante labor que lleva a cabo esta organización a través de sus federaciones y sus dirigentes en todo el Estado.
En su intervención, advirtió con vehemencia de que estamos ante “un momento de emergencia democrática por el auge de la extrema derecha en el que todo aquello por lo que hemos trabajado desde esta organización desde hace tantos años puede estar en peligro”.
Esto incluye la forma especial de trabajar que tiene Izquierda Unida “desde los movimientos sociales”, porque esta formación sí se esfuerza en aplicar aquello de tener “un pie en la calle y otro en las instituciones”.
Pérez Garijo indicó que no se cansará nunca de insistir en que IU y Esquerra Unida del País Valencià que ella lidera pelean desde las instituciones “políticas que no defienden otras fuerzas políticas” y ahí están los ejemplos en la “defensa de lo público, las políticas feministas, las de participación ciudadana, de cooperación o de paz”.
“Los gobiernos de los que forma parte Izquierda Unida son diferentes”, dijo, y la “fortaleza de Izquierda Unida es imprescindible para seguir trabajando por los derechos y las libertades”.