El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha reclamado esta tarde “más audacia y más ambición” en los acuerdos internacionales para hacer frente al cambio climático y a los desafíos medioambientales que amenazan a toda la humanidad. Garzón ha defendido que “sin planeta no hay vida” y “hacer abstracción de esta problemática es hacer el tonto” durante la exposición de su informe político en la reunión de la Coordinadora Federal de la formación, que coincide con la celebración de la cumbre del clima -COP26- que se celebra en Glasgow hasta el 12 de diciembre.
El también ministro de Consumo ha dedicado una parte importante de su intervención al tema medioambiental y ha asegurado que “el modelo de producción y consumo capitalista no da más de sí y es insostenible”, y negar las consecuencias que ese mismo modelo produce en nuestra sociedad “significa sumarse a esa poco honrosa fila de negacionistas climáticos”.
Advirtió de que “el negacionismo climático no solo se produce cuando alguien dice que no cree en el cambio climático, sino que también se manifiesta cuando alguien no hace lo que tiene que hacer para combatir ese cambio”.
Garzón apuntó que estamos próximos a una situación tan grave en la que será “imposible mantener la actividad económica y productiva en estos niveles sin caer en derivas profundamente antidemocráticas o ecofascistas”.
El coordinador federal de Izquierda Unida hizo un análisis de la participación en el Gobierno de coalición y subrayó que en su seno se producen “discusiones legítimas” y que existe también un “diálogo, una negociación y una resolución de los problemas” que van más allá “de la correlación de fuerzas” entre las formaciones del Ejecutivo y donde también influye “el clima político”.
Avisó, no obstante, que existe una “amplificación” de los problemas que obedece a una “sobreactuación por parte de determinados intereses de quienes quieren atacar al Gobierno de coalición”.
Alberto Garzón indicó que pese a todos los inconvenientes “empujando vamos a conseguir la derogación de la reforma laboral”, lo mismo que ha ocurrido ya con otras cuestiones entre las que señaló al nueva Ley de Vivienda, el acuerdo para derogar también la Ley de Seguridad Ciudadana -más conocida como ‘ley mordaza’-, el denominado ‘escudo social’ para hacer frente a los graves efectos económicos y sanitarios de la pandemia y “tantos otros ámbitos”.
Recordó las reformas laborales aplicadas por anteriores gobiernos del PP y del PSOE, y cómo iban encaminadas a “rebajar los salarios y atacar la negociación colectiva” con la excusa de recuperar la competitividad. A su juicio, esta “línea neoliberal” ya ha quedado impugnada en la última década y en la práctica que Unidas Podemos forme parte del Gobierno es “reflejo de eso”.
“Nosotros hemos cumplido y seguimos cumpliendo con nuestra palabra” a la hora de hacer política desde el Gobierno para que las medidas que se adoptan sean muy diferentes a cómo la derecha del PP trató de atajar la grave crisis económicas en la anterior década.
Para conseguirlo, apuntó a que se cumpla “al cien por cien” el acuerdo de coalición firmado hace ya casi dos años, ya que es “nuestro hilo de legitimidad con la gente que nos votó” en los “mucho que aún queda por hacer”.
En ese mismo saco incluyó también que se pueda alcanzar un acuerdo sobre el futuro sistema público de pensiones, después de haber acabado con el “objetivo del PP” demostrado en su etapa en el gobierno, que no era otro que “recortar las pensiones”. Señaló que para corregir el actual desfase entre lo que se ingresa y se gasta “ahora interpelamos al sistema sobre la base de los ingresos, sin tener que hacer recortes”.
Como en intervenciones anteriores ante el mismo órgano de dirección, Alberto Garzón volvió a mostrar su “preocupación” por “el crecimiento de la extrema derecha” tanto en España como a nivel internacional, por lo que marcó como uno de los objetivos prioritarios acertar a “combatir esas dinámicas”.