Izquierda Unida, a través de su federación en el Exterior –IU Exterior-, considera “positivos, pero insuficientes” los “ajustes” introducidos por el Gobierno en los requisitos establecidos para entrar en España por vía aérea ante la pandemia del Covid-19. Señala que dos de estos cambios -los menores de seis años quedan exentos de presentar los resultados del test y los idiomas en los que se pueden presentar se amplían de castellano e inglés a francés o alemán- suponen “solo un pequeño paso” para las personas emigrantes que deseen volver a casa en las próximas semanas.
El tercer cambio, la inclusión de pruebas TMA (‘Amplificación Mediada por Transcripción’ en sus siglas en inglés) y otras pruebas basadas en técnicas moleculares equivalentes, “apenas supone un avance, ya que no está claro dónde se pueden realizar dichas pruebas en los países de origen o si estos las tienen reconocidas”, señala la federación de IU.
Nerea Fernández, coportavoz de IU Exterior, especifica que “las nuevas medidas no eliminan la obligatoriedad de realizar el test en origen, lo que sigue suponiendo un agravio comparativo para las emigrantes. Muchas de esas personas no pueden asumir los costes de unas pruebas cuyos resultados, además, quedan obsoletos una vez llegados a nuestros destinos y esto no ha cambiado”.
IU Exterior apunta que los cambios introducidos “no modifican un aspecto clave como es que los viajeros que llegan a España sin una PCR o pruebas similares en origen deben someterse a un test de antígenos para determinar si se les deriva a un hospital o no, además de imponerles una multa que va de los 3.000 a los 6.000 euros”.
Fernández considera que “siguen faltando alternativas que deberían aplicarse a nacionales y a personas residentes que se reencuentran con sus familias en estas fechas tan especiales, sin necesidad de obligarnos a pagar unas PCR inasumibles o multas desproporcionadas”.
“Hay un problema añadido -señala- cuando se exige que se incluya el DNI en los resultados de los test. En muchos laboratorios no pueden incluirlo al no tener ese documento validez nacional. Es más, en países como Irlanda va en contra de la ley de protección de datos. Sin incluir esta información en el resultado del test las personas podrían enfrentarse a una multa”.
Por su parte, el coportavoz de IU Exterior Eduardo Velázquez indica que “aunque los cambios realizados van en la buena dirección y ayudarán a las familias que viajen con menores, el Gobierno debe dar un paso más y eliminar la exigencia de las PCR o pruebas similares en origen”.
Velázquez detalla que la obligatoriedad de contar con una PCR o TMA negativa 72 horas antes de la salida del vuelo “es un grave problema para buena parte de españoles y españolas que viven, trabajan o estudian en el exterior. No van a hacer un viaje de placer, sino de conciliación familiar en un año especialmente duro. No se puede tratar como turistas a quienes no lo son, y estamos hablando de un colectivo potencial de más de 2,5 millones de emigrantes”.
Desde IU Exterior advierten también de que todas estas restricciones en los aeropuertos llevan a que “se estén organizando grupos de emigrantes, que no se conocen entre sí, dispuestos a trasladarse cientos de kilómetros en coche para eludir esos requisitos, con el riesgo que ello conlleva”.
La federación de IU llama al Gobierno a reconsiderar “con carácter de urgencia” una excepción siguiendo las recomendaciones del Centro Europeo de Control de Enfermedades (ECDC) y la Agencia Europea de Seguridad Aérea (EASA) para que “no se impongan test sistemáticos ni cuarentenas obligatorias a los viajeros que se desplacen entre Estados miembros”.
Izquierda Unida se suma así a las demandas de colectivos migrantes como Marea Granate, que llevará próximamente al Defensor del Pueblo esta problemática que se viene denunciando a través de la campaña #SomosEmigrantesNoTuristas
IU Exterior invita al Ejecutivo a que tome en consideración las siguientes medidas:
- Que en ningún caso se pidan las pruebas PCR u otras similares en origen de forma obligatoria, sino que sea una alternativa voluntaria y, principalmente, orientada al turismo. En muchos de los países de residencia de la emigración española no se garantiza la obtención de los resultados en el tiempo requerido o existen dificultades para obtenerlo en los idiomas que exige la norma. Además, esta prueba supone un coste económico añadido para los desplazamientos, que oscila entre los 50 euros en Alemania y los 200 euros de Suecia e Irlanda, una cuantía que se dispara en el caso de las familias.
- Si se requieren pruebas PCR o similares, que puedan realizarse a la llegada y sin coste para nacionales y residentes, así como para las personas que conforman una unidad familiar, aunque sus miembros no tengan nacionalidad española (por ejemplo, matrimonios mixtos)
- Que tras realizarse la prueba a la llegada, estas personas puedan desplazarse al destino especificado en el formulario de entrada de la forma más rápida posible, donde guardarán la cuarentena necesaria hasta recibir los resultados del test.