El coordinador federal de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha advertido hoy del “riesgo de situarse a la defensiva”, tanto a nivel de la acción desde el Gobierno como de las formaciones que lo integran, frente a unas derechas “cuyo proceso intelectual está dirigido por la extrema derecha” en nuestro país y que en su “huida hacia adelante” solo les preocupa “tratar de derribar a este Ejecutivo”. Para Garzón, es el momento de “mantener la calma” y de “seguir por la senda” que marca “la brújula de la protección de las familias trabajadoras y de las clases populares”, como ha ocurrido con las respuestas dadas para enfrentar la grave crisis generada por la pandemia del Covid-19.
El también ministro de Consumo hizo esta valoración al exponer su informe político en el inicio de la reunión que este sábado mantiene la Coordinadora Federal de IU -máximo órgano ejecutivo de dirección- que por segunda vez desde la celebrada en abril se realiza por medios telemáticos por las circunstancias del coronavirus. Este informe finalmente fue aprobado por muy amplia mayoría con 56 votos a favor (89%), 1 en contra (2%) y 6 abstenciones (9%)
Garzón comenzó su intervención con un sentido “reconocimiento”, tanto personal como en nombre de IU, “a la clase trabajadora, a la gente sencilla y humilde” por la demostración dada durante lo más agudo de la crisis sanitaria “de su enorme responsabilidad por parte de la mayoría de la sociedad ante esta situación”.
Hizo extensivo ese agradecimiento tanto a los profesionales del sistema de salud como a los de aquellos sectores implicados en la respuesta directa a los efectos de la pandemia. En lo que tiene que ver al Gobierno del que forma parte como titular de Consumo, destacó la “respuesta sustancialmente diferente” que ha dado ahora en comparación a la que se aplicó en anteriores circunstancias de crisis económica “como lo fue la mal llamada austeridad, que solo conllevó recortes y más políticas neoliberales, que hicieron recaer todo el peso en la clase trabajadora y que creo nuevos espacio de negocios para el gran capital”.
El máximo responsable de IU incidió en que “el escudo social desplegado por el Gobierno de coalición ha dado la vuelta a lo anterior” y “lleva la marca de la coalición de Unidas Podemos, hemos incorporado ese sesgo”. Valoró que “esto la gente lo está visualizando, mucho más siendo conscientes del hecho de que somos minoría en este Gobierno”.
En este punto, trasladó también como coordinador federal su agradecimiento a “la gente de Izquierda Unida por cómo han trabajado para ayudar a que esto haya sido posible”, entre otras formas “ayudando a la gestión de la crisis sanitaria a través de nuestra enorme implantación territorial”.
Alberto Garzón volvió a lo largo de su intervención sobre el “riesgo de la amenaza reaccionaria” que sobrevuela a diario la política española. Insistió en que es la extrema derecha la que marca con claridad el camino al conjunto de las formaciones conservadoras y denunció que éstas no solo “no han presentado un plan alternativo, ni han sumado esfuerzos con el Gobierno” ante lo que está pasando, sino que “solo han tratado de derribarlo”.
“El frágil compromiso de estas derechas con la democracia -advirtió- se ve en cómo han tratado de caricaturizar y deshumanizar al adversario. Han cometido durante esta crisis excesos de toda naturaleza para justificar su ‘todo vale’ contra este Gobierno. Tienen un patriotismo dudoso solo comprometido con sus intereses partidistas”.
Vinculó a esta manera de actuar los “ejemplos de violencia” que, junto a otras formaciones de izquierda, soporta Izquierda Unida. De ahí que Garzón aprovechara para “expresar la solidaridad de toda la dirección” con quienes han sufrido las acciones contra “numerosas sedes por parte de fascistas y neonazis, los ataques a alcaldes o concejales, convenientemente denunciados. No nos van a callar ni a detener nuestro proyecto político”.
El también titular de la cartera de Consumo insistió en que se debe “mantener la calma” y apuntó que desde el Gobierno se ha actuado bien”. No eludió la autocrítica al apuntar que “seguro que se han podido cometer errores”, aunque “el saldo de la gestión de la crisis es muy satisfactorio, sobre todo en momentos nada sencillos y para un Gobierno de coalición”.
Aseguró que todo lo hecho hasta ahora para apoyar y proteger a múltiples sectores, como los profesionales del sistema público de salud, debe consolidarse “a través de políticas públicas y no solo con aplausos”. Entre otras cosas se deben “reforzar las condiciones de trabajo de los profesionales públicos y garantizar que estemos mejor preparados para el futuro, con Estado social más amplio”.
El coordinador federal de IU denunció la “asimetría y las dos velocidades” que se dan ahora en Europa, que conllevan “más dificultades para los países del sur” a la hora de enfrentarse a la grave crisis actual. Destacó que el “enorme esfuerzo económico” que se va a hacer debe ir también dirigido “para reconstruir una Europa más sostenible”. “Si no se hace ahora, probablemente no se hará nunca”, sentenció.
A su juicio, la necesidad de reconstrucción que tienen todos los países, también España, debe hacerse “desde lo público, con respuestas en términos sociales, generando más capacidad productiva, con una reindustrialización y elevación tecnológica y del conocimiento”.
“Y todo esto -apuntó- no solo se hace desde las instituciones, sino desde la sociedad civil, con otros actores como sindicatos, otras formaciones políticas y con el tejido social”.
Recordó la enconada defensa que hacía el recientemente fallecido Julio Anguita sobre la “necesidad de crear tejido social desde abajo” y aseguró que “la tarea para los próximos meses” será también dar “la batalla cultural y consolidar espacios de unidad, no solo institucionales, sino a través de muchos más instrumentos”.
En lo que respecta al Gobierno de coalición indicó que “está asediado por la derecha reaccionaria, pero fuerte en la adversidad”, y auguró que pese a que puede haber “tensiones y contradicciones” se saldrá adelante “porque lo que nos jugamos es muy importante”.
Alberto Garzón animó también especialmente a las federaciones de Izquierda Unida en Euskadi y Galicia por el “esfuerzo que realizan” de cara a sus respectivas elecciones autonómicas, así como al conjunto de la organización por su “excelente trabajo, humilde pero de gran importancia en todos los territorios”, que debe mantenerse de cara a “los retos y responsabilidades” encomendados.