
– A las siete de la tarde usted habla de fútbol con la señora (Maribel) Vilaplana?
-Pues quizá unos segundos.
-¿Usted es consciente de la barbaridad que está diciendo? Usted es consciente de que a las siete de la tarde Dolores, que estuvo aquí sentada compareciendo y vio a su familia morir a las cinco de la tarde, mientras usted a las siete, siendo el máximo representante de la Generalitat y máximo representante que debería haber estado en el CECOPI ¿cómo le dice al pueblo valenciano hoy aquí que a las siete estaba hablando de fútbol porque es ajeno a la tragedia? ¿No se da cuenta de que eso es una barbaridad digna de acabar en un juzgado, señor Mazón? ¡Pida perdón aquí! ¡Diga que se arrepiente1 ¡Diga que lo hizo mal! Puede redimirse. No se burle hoy también de las víctimas y del pueblo valenciano, porque está mintiendo”.
Esta es una pequeña muestra de las casi nulas respuestas que, entre mentiras, silencios y acusaciones, pudo ofrecer el presidente en funciones de la Generalitat valenciana, Carlos Mazón, a Nahuel González, diputado por Valencia de Izquierda Unida y vicepresidente de la Comisión de Investigación sobre la gestión de la crisis derivada de la Dana, durante su turno de preguntas de esta mañana en el Congreso.
El parlamentario de IU indicó a su interlocutor -todavía diputado autonómico y líder del PP valenciano- nada más comenzar y tras escuchar las respuestas dadas a los/as diputados que le precedieron que “aquí usted ha tenido muchas oportunidades de redimirse. La tuvo también el día después de la emergencia; la tuvo después de ningunear a las víctimas; después de poder haber ido a comparecer voluntariamente en el juzgado; la tuvo después de la primera comisión de investigación en Les Corts y no lo ha hecho”.
Nahuel González había acompañado y saludado emocionado a primera hora de la mañana a las familias de las víctimas llegadas de distintos puntos del País Valencià, mientras se colocaban en la calle frente al Congreso para seguir la comisión a través de unos altavoces que portaban. Luego, ya dentro, el diputado no pudo dar crédito en buena parte de su interrogatorio a las mentiras y falta de empatía del dimitido presidente valenciano.
“Usted -le llegó a insistir en un momento dado- a las siete de la tarde sí tuvo comunicación con sus asesores y con su portavoz parlamentario del Partido Popular, y usted a esa hora sabía ya no que había desaparecidos, sino que había muchos muertos; desde la mañana había muertos”.
“Eso es indecente -le espetó- y demuestra que o tiene un problema de psicopatía o que es un completo inútil. Porque a las siete de la tarde estaba muriendo nuestra gente, ya había muerto nuestra gente, y usted estaba hablando de fútbol y eso es imperdonable”.
El diputado valenciano de IU acorraló a Mazón desde el inicio, cuando le indicó que “ha empezado mostrando cierta empatía y ha acabado atacando a todo lo posible, al Gobierno central, evidentemente, que es su única coartada; a las víctimas, diciendo que no son legítimas las asociaciones de víctimas que están luchando diariamente por su memoria; a los grupos parlamentarios. Usted se ha dedicado constantemente a atacar, hasta acabar sacando la única defensa que le queda, que es culpar a los técnicos de la terrible emergencia de que no se enviara a tiempo”.
Mentiras, bulos y ‘palmeros’
González le reprochó también que “el primer bulo que ha cometido aquí, que es gravísimo, es que su dimisión ha sido por perdón o por humanidad. No. Usted ha dimitido porque el pueblo valenciano, en las calles junto a las víctimas, le ha dicho que se le acababa el tiempo; porque el funeral de Estado, al cual usted no debería haber ido, lo sabe perfectamente, usted decidió ir para burlarse de las víctimas”.
“Usted ha dimitido -prosiguió- porque ya no daba más de sí la coartada, porque el pueblo valenciano, y no la izquierda, no mi partido Izquierda Unida, no Sumar, no, le dijo que ya bastaba”, pero también porque “los votantes del Partido Popular, de su partido, le han dicho que no les representa y que usted les da vergüenza. Pero no solo usted, también los ‘palmeros’ que tiene aquí a su lado (en referencia a los diputados/as del PP que habían acudido a arroparle a la comisión), que hoy se ríen, pero que el otro día no aplaudían a las víctimas. Hoy se ríen, veremos si aplauden también cuando acaben la intervención”… y claro que lo hicieron.
Carlos Mazón dio la callada por respuesta a buena parte de las cuestiones planteadas por González, entre ellas cuando el diputado le dio le preguntó sin rodeos: “¿usted se arrepiente o se siente mal por abandonar a su pueblo aquel 29 de octubre? ¿Usted odia a Utiel? ¿Usted tiene alguna manía especial a la gente de Utiel?”
La explicación es muy sencilla “si usted no tiene manía a Utiel, esa mañana, cuando ve que están desapareciendo personas en Utiel, que está la UME (Unidad Militar de Emergencia) rescatando a las personas con sus animales ¿cómo se va a comer al Ventorro? ¿Cómo se le ocurre? O odia a Utiel o es que usted está ajeno a la realidad”.
Nahuel González interrogó también sobre si “considera válido el testimonio de Vilaplana en sede judicial”. La respuesta, ésta: “yo procuro no hablar sobre el proceso, porque tengo todo el respeto al proceso”.
El diputado de Izquierda Unida no tuvo más remedio que indicarle, con igual sinceridad que vehemencia, que “su primera versión de que estaba incomunicado hasta tiene más humanidad y empatía que la que está dando usted hoy aquí. ¿O es que no se da cuenta?
García Sempere: «Suelten del brazo a Mazón y pidan perdón a las víctimas»
Por su parte, la portavoz federal de Izquierda Unida, Eva García Sempere, había exigido al PP y a Vox a primera hora de la mañana en una rueda de prensa telemática antes de iniciarse la comisión que “suelten de brazo al señor Mazón, que pidan perdón a las víctimas y que pongan un mínimo de decencia política en la comisión de investigación, para que faciliten, por fin, que haya verdad, justicia y reparación para las víctimas”. Sabía de sobra que no iba a tener mucho éxito.
En su contacto con los medios, García Sempere indicó también que “ojalá que Mazón pida perdón a las víctimas y diga la verdad por una vez”. A su juicio, “después de un año de indignidad y de haber representado las más altas cotas de miseria política, es lo mínimo que se le puede exigir, pedir perdón a las víctimas y decir la verdad por una vez”. La realidad de nuevo se impuso a sus deseos.



