
El voto del PSOE ha contribuido hoy, tras decidir unir su abstención a la negativa radical de la derecha del Partido Popular y la ultraderecha de Vox, a impedir la aprobación en el Congreso de la iniciativa elaborada e impulsada por Izquierda Unida en el marco del Grupo Plurinacional Sumar para ampliar de forma significativa el parque de vivienda pública en España.
El portavoz parlamentario en temas de Vivienda de IU y coordinador de IU Andalucía, Toni Valero, lamentó la postura adoptada por el Grupo Socialista, con cuyos responsables trató de buscar hasta el último momento un punto de acuerdo que no supusiera dejar sin fuerza alguna la iniciativa.
No pudo ser, pese a que Valero dejó meridianamente claro en su intervención en la Comisión de Vivienda que la lucha que fuerzas como Izquierda Unida mantienen contra los graves problemas que se arrastran es “el principal motor democratizador, supone recuperar soberanía frente al intervencionismo de los fondos de inversión, supone redistribuir la riqueza para disminuir la brecha social y supone conseguir que una generación joven se pueda emancipar y las familias trabajadoras no vivan asfixiadas”.
A su juicio, “hay que aportar soluciones, aunque escueza en los consejos de administración de las grandes empresas, porque está en juego la democracia y porque nuestras vidas valen más que su negocio”.
Valero constató que “hay algunas comunidades y ayuntamientos del Partido Popular que tienen el grueso de las competencias en vivienda, pero las están utilizando para poner en bandeja de plata estas ciudades a los fondos de inversión”.
Frente a este hecho, consideró que el Gobierno estatal “tiene que actuar en el marco de sus competencias, porque el problema de la vivienda está poniendo en jaque a este país y poniendo en cuestión la democracia, que empieza por las neveras de las familias”.
Resumió las propuestas de la proposición no de ley que defendió con uñas y dientes detallando que con ella se instaba al Ejecutivo a “destinar un 2% del Producto Interior Bruto (PIB) a políticas de vivienda”, porque “hay que aumentar el parque público de vivienda social y asequible, hay que incorporar un millón y medio de viviendas de aquí a 2027 para acercarnos a la media europea”.
Aseguró que “hay que erradicar los desahucios, incorporando la vivienda amenazada al parque público”, porque “para eso tiene que servir esta empresa pública de vivienda que se pretende crear, para proteger a las familias trabajadoras más vulnerables”.
Ni gente sin casa, ni casa sin gente
“Y hay que expropiar -destacó-, ‘expropiar’, una palabra que tanto escuece, salvo que sea expropiar para infraestructuras, para placas solares o para otro interés. Hay que expropiar viviendas en desuso de bancos y fondos de inversión. Ni gente sin casa, ni casa sin gente”.
El coordinador general de IU Andalucía empleó sus amplios conocimientos sobre el terreno al asegurar que “vengo de una comunidad autónoma donde una de cada tres personas está en riesgo de exclusión social”, por lo que “hay que poner rostro a esos tres millones de andaluces que están en esa situación”, entre otras razones por no tener acceso a la vivienda.
Mientras denunciaba que “las soluciones que están planteando los alcaldes del Partido Popular son abrir oficinas anti ocupación”, detalló que la realidad es que “en mi ciudad, en Málaga, donde el precio del metro cuadrado está por encima de los 2.600 euros, donde superamos el récord de pisos turísticos, donde el centro es ya un ‘parque temático’, si a una familia le suben el precio del alquiler se ve obligada a irse, cambiar a los niños de colegio y recorrer cada día más kilómetros para ir a su puesto de trabajo”.
Afirmó que el problema de la vivienda en España “no es por falta de intervención, porque los que sí están interviniendo son los fondos de inversión y las grandes empresas”. Y esto ocurre mientras administraciones como el Gobierno andaluz de Juan Manuel Moreno Bonilla “desoye la Ley de Vivienda y se ríe del artículo 47 de la Constitución Española”.
Toni Valero denunció que “desde hace décadas, el poder real está en manos del ‘Partido Inmobiliario y Financiero’. Ha tenido ministros y tiene muchos escaños en el actual Congreso”. Tiró de hemeroteca para razonarlo y apuntó que “cuando el ministro franquista de Vivienda José Luis Arrese dijo que quería que ‘España deje de ser un país de proletarios, para ser un país de propietarios’, ya anunció en lo que se ha convertido España: un país al servicio de unos pocos grandes propietarios y rentistas, donde la vivienda no es un derecho, sino un negocio”.