
Tras casi 19 meses de genocidio podemos constatar que Israel goza de una impunidad casi absoluta. Israel no podría desarrollar esta gran ofensiva contra Palestina; la ampliación de la invasión ilegal a Siria, más allá del Golán, la ocupación de territorios en el sur del Líbano así como los frecuentes bombardeos a lo largo y ancho del país;, los ataques a Yemen e Irán, si no gozase del patrocinio y plena protección política, diplomática, financiera y militar de EEUU así como con la complicidad de todo el bloque atlantista, incluida la UE.
Con cada nueva agresión que Israel y EEUU cometen, se visibiliza la bancarrota moral de la UE, que se erige una y otra vez como el proyecto humano de la paz y la democracia, pese a sus continuas dobles varas de medir. Una Europa que no ha sido capaz de imponer ni una sola medida tangible para impedir el genocidio y las agresiones a los países árabes del entorno.
A las puertas del 77º aniversario de la Nakba (la limpieza étnica de Palestina sobre la que se constituye Israel), Netanyahu ha amenazado con otra invasión terrestre a Gaza, según él la definitiva para ejecutar la limpieza étnica con la que fantaseaba el sionismo más agresivo, ahora alentado por Trump. Esta nueva intentona es un hito importante para el escenario que desean: la reorganización general de un Oriente Próximo a su antojo, donde desarmen de manera completa a la resistencia palestina y sienten el precedente de que cualquier tipo de contestación al colonialismo será atacado con la máxima brutalidad posible, situándose al margen de cualquier legislación internacional. Además, esta operación de invasión terrestre representa una decisión clara de sacrificar a los 58 prisioneros israelíes que quedan en la Franja de Gaza, tras casi 19 meses de fracaso en su rescate, una apuesta arriesgada que se ha mostrado altamente impopular entre la sociedad israelí.
Esta ofensiva no se puede aislar del resto de la reconfiguración del panorama geopolítico general que el bloque imperialista quiere dibujar en el planeta. EEUU, consciente de su decadencia, quiere acabar rápidamente con el desarrollo multilateral que le está dejando de lado, y busca cuadrar a toda la región árabe bajo su dominio, sea mediante la imposición de regímenes títeres, o mediante la sumisión política con las dictaduras ya existentes cristalizada en el establecimiento de relaciones con Israel. Para el bloque imperialista, poner a la región árabe “bajo control” es una prioridad en un escenario de confrontación con China, donde entienden que hay flecos sueltos.
La comunidad internacional cuenta con herramientas para detener esta injusticia histórica que vive el pueblo palestino: la obligación de garantizar el respeto al derecho internacional está contraída por los Estados firmantes de la Cuarta Convención de Ginebra de 1949. Esto implica que, si una potencia incumple sus obligaciones, las demás partes contratantes (neutrales, aliadas o enemigas) pueden y deben aplicar las medidas coercitivas necesarias para que se reemprenda una actitud de respeto a la Convención. Y por contraparte, asume que la inacción es caer en complicidad y permitir la impunidad.
En este contexto de genocidio, limpieza étnica, impunidad y demolición del derecho internacional basado en reglas, Izquierda Unida manifiesta:
- Nuestra más enérgica condena y repulsa al proyecto de limpieza étnica en Gaza, a los ataques reiterados en Cisjordania, y a los bombardeos sistemáticos a Líbano, Siria y Yemen.
- La urgencia de imponer medidas punitivas al régimen israelí por sus constantes y alevosas violaciones del Derecho Internacional. Esto es, romper las relaciones diplomáticas, económicas, académicas, culturales, deportivas y, sobre todo, de cooperación en el terreno militar. Esto significa impulsar un aislamiento internacional a un régimen genocida forajido de la justicia, que supone un peligro para la región árabe y para toda la humanidad.
- Nuestro saludo fraterno al pueblo palestino y al resto de pueblos árabes, que resisten el colonialismo y el apartheid sionista por todos los medios a su alcance. Nuestro saludo a todos los presos y presas palestinos, y en especial a Ahmad Sa’adat, Secretario General del FPLP, que en estos días ha sufrido una brutal agresión en la cárcel israelí de Megiddo.
- Nuestro apoyo al movimiento de solidaridad con Palestina, que esta semana y la siguiente celebrará importantes movilizaciones por la Nakba, y nuestra solidaridad ante la represión que enfrenta tanto en España como internacionalmente.
- Reafirmamos nuestra posición por la descolonización completa de Palestina, de manera que se garantice el derecho al Retorno de los refugiados, la igualdad de derechos y la autodeterminación.
Tras más de 100 años de colonialismo, Palestina no se ha rendido ni en las condiciones más difíciles, sino que nos sigue dando ejemplos de resistencia y dignidad a diario. Palestina es un ejemplo de cómo capitalismo, imperialismo, colonialismo y racismo se entrecruzan, y precisamente por ello debemos apoyar su liberación.