
El coordinador federal de Izquierda Unida, Antonio Maíllo, ha defendido esta mañana que para hacer frente con garantías a los complejos y difíciles retos políticos actuales la “única opción sensata y de sentido común es la de seguir construyendo un instrumento que sea útil a los trabajadores y trabajadoras de Galicia y del resto de España”. Para ello resulta “fundamental” y no puede hacerse sin una “alianza con los movimientos sociales y los sindicatos de clase, porque se ha demostrado que cuando hay una alianza amplia se conquistan derechos”.
Maíllo ha hecho esta valoración en declaraciones a los medios en Compostela, durante la jornada de cierre de la fase final de la XIV Asemblea Nacional de Esquerda Unida (EU) la federación gallega de IU que ha elegido a Lino Costas como nuevo coordinador general en esta etapa que se inicia.
El máximo responsable federal destacó que Izquierda Unida tiene clara una “hoja de ruta” como organización “muy vinculada a las luchas ecologistas y del movimiento obrero” y “en un momento en el que hay que nos jugamos algo más que un ‘turnismo’ en el Gobierno”.
“Izquierda Unida -recalcó Maíllo-, lejos de mantener el statu quo actual, quiere una profundización democrática frente al avance de la extrema derecha. Aquí la alianza con los sindicatos es fundamental. Galicia y España no serían lo mismo sin las luchas sindicales y ahí nos sentimos interpelados mucha gente de IU”.
A preguntas de los periodistas sobre los procesos de unidad en el espacio de la izquierda alternativa, explico que “desde esa formulación del ‘codo con codo’ la aspiración a la unidad es parte de nuestra propia naturaleza como proyecto político”. Recordó que “hemos planteado muy claramente una hoja de ruta, con un espacio unitario donde no sobra nadie, con un método de primarias como elección de representantes y con una aceptación de los resultados que se den”.
“No estamos dispuestos -afirmó vehemente- a que en España la derecha y la extrema derecha cacen a este país como una pieza de caza mayor, cuando ya tienen cazados prácticamente a todos los países de la Unión Europea y a Estados Unidos, con las consecuencias que se están viendo”.
Para quienes no quieran entender lo que realmente propone IU, detalló que “apelamos a un sentido de organización como instrumento al servicio de la clase a la que representamos y a los intereses que defendemos”, porque “nos estamos jugando un modo de vida y no vamos a ceder en eso”.
De ahí que calificara como “muy importante” que “la profundización democrática que plantemos, también con nuestra movilización de ‘Convocatoria por la Democracia’ frente al auge de los fascismos”, alcance la “alianza con los movimientos sociales y los sindicatos de clase”, a quienes “agradecemos su trabajo” todo este tiempo.
Antonio Maíllo mostró el apoyo de la dirección federal que encabeza a la Asamblea de Esquerda Unida que ha concluido hoy, de la que “saludó también los debates y la forma de hacer política a través de una reflexión colectiva en la lucha, en los objetivos y en las aspiraciones de nuestro país”.
Lino Costas, nuevo coordinador gallego
Destacó la importancia de la política que se hace en todos los territorios, también en Galicia, lejos de lo que llamó “la corte madrileña”. Porque “hay una España fuera de esas órbitas de la M-30 de Madrid donde hay unas claves políticas que no son las más halagüeñas ni las más esperanzadoras”. Por el contrario, “desde las periferias y los territorios reivindicamos una forma de hacer política más colectiva y más humilde, menos subida en pedestales y más en el trabajo y lucha diarios”.
Por su parte, el nuevo coordinador gallego, Lino Costas, mostró su “esperanza en contribuir desde nuestras posibilidades a fortalecernos, no solo como Esquerda Unida, sino también el papel de Izquierda Unida a nivel estatal”.
Reconoció que va a haber que abordar “muchos frentes abiertos”, porque “estamos en un momento en el que el capital arrecia con sus ataques contra la clase trabajadora”. Señaló el ejemplo de cómo “ahora mismo se están poniendo en cuestión derechos adquiridos por la clase trabajadora, entre ellos las mismas pensiones. Meten el discurso de si son sostenibles o no lo son, cuando eso es una falacia”.
Indicó también que se debe responder con contundencia al intento “desde la derecha nacional y europea” de imponer una “economía de guerra” con aumento del gasto militar, pero aprovechando también para acelerar los recortes que denunció.